Aliméntate bien, pero coopera

“No hay mejor prueba del progreso de la civilización que el progreso del poder de cooperación.” John Stuart Mill

Resulta difícil de aceptar, que un país que por su biodiversidad, que incluye  microclimas, ecosistemas, desarrolle en una pequeña parte  de su  inmenso territorio, una agricultura moderna, que le permite exportar  alimentos al mundo, por lo que se le considera como potencial despensa de alimentos de nuestro planeta y que encima por su variedad de cultivos, se precia de su rica gastronomía, con restaurantes clasificados entre los mejores del mundo, sufra su población de inseguridad alimentaria, en un poco más del 50% de la misma. Esto nos indica claramente, que algo estamos haciendo mal, porqué no es posible, que un país que produzca alimentos, pueda padecer de hambre, de inseguridad alimentaria

Somos conscientes, que acá conviven dos tipos de agronomía, una de agroexportación, que se ha convertido en una agricultura moderna, que año tras año incrementa sus ventas al exterior, generando empleo, progreso y el desarrollo de una cadena alimentaria, con restaurantes a nivel nacional e internacional, preciándose de nuestra diversidad de cultivos, ofreciendo al mundo nuestra rica gastronomía. Y otra agricultura de subsistencia, dónde se encuentran la mayoría de nuestros agricultores, que vive una marcada pobreza rural, lo que nos muestra, que no se han dado las políticas adecuadas para revertir esta situación, durante sucesivos gobiernos. El problema ahí está

Pobreza rural , con fuertes posibilidades de agravarse,  por una serie de fenómenos internacionales, cómo la pos pandemia, la guerra Rusia-Ucrania, que ya superó el medio año y que ha ocasionado desabastecimiento de alimentos básicos en la economía familiar, inflación en el precio de los alimentos, el aumento del precio de  la energía, escasez de fertilizantes, lo que permite vislumbrar el aumento de  los índices de anemia, sobrepeso y la obesidad, pues más de la mitad del país no puede acceder a una dieta saludable

Cómo hemos sido testigos, el desarrollo de las telecomunicaciones, nos permitió apreciar que este es un fenómeno absolutamente global, y que ningún país está en la capacidad de manejar todos los factores que la ocasionan, por lo que resulta necesaria una alianza global para salir de ella. En tal sentido la cooperación internacional constituye sin dudas hoy en día una ayuda necesaria, para encaminar una solución a los problemas de gran parte de nuestra población que su labor principal está en el campo

Al ser el país con más muertos por millón de personas por el COVID 19, y al haber alcanzado el Perú  el puesto del país con mayor inseguridad alimentaria en Sudamérica, según la FAO, nos corresponde que las buenas prácticas de la cooperación internacional, se centren en nuestro territorio. Nosotros damos alimentos al mundo, tenemos tierras, condiciones especiales para que nuestra tierra sea fértil y abastecer a los países desarrollados en contra estación y durante todo el año. Ellos tienen recursos económicos, financieros, conocimientos, desarrollos tecnológicos, investigaciones avanzadas, logros reales en desarrollos territoriales. Entonces, porque no cooperamos mutuamente, para el logro de una justa y sana cadena de abastecimiento. “Tú me ayudas, y yo te doy de comer, sana y saludablemente”.

Este es un momento de solidaridad y cooperación internacional, para continuar en la lucha por la democracia, el Estado de derecho y la justicia social, sobre todo en aquellas regiones del planeta que presentan importantes déficit en estos aspectos. La posibilidad de cumplir efectivamente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio depende en gran medida de que se tiendan los puentes cooperativos necesarios para que cuestiones como el hambre, la pobreza, la discriminación, etc., ya no se encuentren entre los temas pendientes  de la agenda política internacional.

Es bueno recordar que en 1992 en Río de Janeiro se reunió a representantes de todos los países del mundo, en la denominada “Cumbre de la Tierra”, para tratar temas relacionados con el medio ambiente, salud, residuos, biodiversidad y desarrollo sostenible del planeta, así como del cambio climático, con el objetivo de lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las generaciones futuras, sentando las bases para una asociación mundial tanto entre los países desarrollados y los países en desarrollo, como entre los gobiernos y los sectores de la sociedad civil. Este compromiso de la comunidad internacional fue perdiendo fuerzas, hasta que se revitalizó con los 17 ODS (Objetivos de desarrollo Sostenible), en el 2015, con metas al 2030, pero es bueno, darle activa vigencia, ya que nos encontramos  ante el doble reto de integrarse dinámicamente al mundo globalizado y superar al mismo tiempo la brecha de la equidad, la exclusión y el deterioro ambiental, en conjunto con la coordinación de los distintos actores de la sociedad

En esta nueva realidad económica, social, ambiental e institucional, necesitamos plantearnos procesos de cooperación internacional para el desarrollo sustentable tanto a nivel global como regional. La crisis actual obliga a una mayor cooperación internacional para el desarrollo y el fortalecimiento de las Naciones Unidas.

Los organismos multilaterales y la colaboración bilateral deben darse cuenta de lo importantes que resultan para alcanzar esos propósitos. Y nosotros, entender que somos potencialmente protagonistas de que el mundo se alimente bien, por lo que debemos encontrar con la cooperación internacional un justo equilibrio, aprendiendo de lo avanzado a la fecha, que es innegable y debemos agradecer, pero por lo experimentado debemos aprender que ésta puede mejorar sustancialmente y que si la sabemos manejar con un enfoque y desarrollo territorial, podremos obtener beneficios mayores y servir de ejemplo para otros territorios regionales y mundiales.

La cooperación internacional mediante los diversos programas promovidos por los organismos multilaterales y bilaterales ha cumplido un papel relevante en nuestro sector agrícola, destacando los apoyos para la modernización de la agricultura, la transferencia de tecnología y la capacitación de científicos y técnicos. Pero por sus capacidades económicas, creo que  la ayuda financiera debería ser mucho mayor, y más aún en esta situación de crisis mundial

Debemos lograr que  sea vista como una oportunidad a partir de la cual los diferentes niveles de organización político administrativa (nación, provincias y municipios) y la sociedad civil pueden generar procesos de aprendizaje, intercambio de experiencias y desencadenar proyectos de innovación y cambio, capaces de revertir los profundos niveles de miseria y exclusión social en el mundo rural peruano

Por la experiencia, debemos haber aprendido que la  cooperación en materia agrícola y rural es muy específica pues los agentes deben mantener un enfoque integral de las problemáticas del país, apelando a soluciones innovadoras adaptadas a contextos locales, que  los proyectos de cooperación son espacios de aprendizaje compartidos entre múltiples actores, y que  la cooperación entre países como el nuestro con tan valiosa biodiversidad,  es una fuente privilegiada de información para mejorar las prácticas de cooperación

Por ello, profundicemos la cooperación en proyectos de Desarrollo rural, aquellos que apoyan actividades productivas agropecuarias y no agropecuarias, mejora de la organización rural y de las infraestructuras, siempre con una visión integral de los territorios y no sólo productiva. De Desarrollo agropecuario, aquellos que apoyan actividades productivas agropecuarias (aumento de la producción y la productividad).  De Políticas y fortalecimiento institucional, aquellos que apoyan las políticas vinculadas al medio rural o que se orientan a fortalecer las instituciones de apoyo al desarrollo rural. De Medio ambiente, aquellos que se orientan a proteger, conservar o mejorar las condiciones ambientales. De Sanidad animal y vegetal, aquellos orientados a mejorar y proteger las condiciones sanitarias tanto animal como vegetal.

Hagamos ejemplos de procesos de cooperación en una cuenca de cada macro región (norte, sur, centro, oriente), para con esa experiencia dinámica, aprendamos para el desarrollo de otras cuencas del país y de la región. No desperdiguemos la cooperación en el país, como actos aislados de buenas intenciones, tal cómo se puede apreciar mapeando la cooperación que recibimos en el país. Para la mayor obtención de beneficios posibles, debemos lograr una agricultura sostenible, y eso será posible de lograr con una visión y liderazgo renovado, adaptado a nuestra realidad nacional, uno de los países más variados del mundo. Un país multicultural, lleno de tradiciones, una laureada gastronomía y vastas reservas naturales.

Debemos profundizar la cooperación sur-sur-triangular, por ejemplo el  Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, +Algodón, que para impulsar el desarrollo sostenible de la cadena algodonera en la región, el Gobierno de Brasil, por medio de la Agencia Brasileña de Cooperación, del Ministerio de Relaciones Exteriores (ABC/MRE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y siete países socios – Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia, Haití, Paraguay y Perú – han sumado esfuerzos para la implementación del proyecto +Algodón

Por medio de esta Cooperación Sur-Sur Trilateral, son generadas oportunidades para el intercambio de conocimientos y experiencias, fomento para el acceso a mercados, promoción de innovaciones tecnológicas y de gestión de la agricultura, en una perspectiva de sistemas agroalimentarios, donde los sistemas diversificados de producción contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de la familias algodoneras de los territorios más rezagados. Además de ser una oportunidad para negocios innovadores en los países socios.  Para eso, el +Algodón moviliza una red regional de más de 90 instituciones del sector público y privado, sumando esfuerzos para hacer que la cadena de valor del algodón sea competitiva, y se posicione como un rubro clave en la región para promover mejores condiciones de vida a las familias agricultoras.

Y así como el algodón, cuantos otros productos que por condiciones agroclimáticas similares, producimos en la región, podemos aspirar a esa cooperación. Internacionalicémonos, que todas nuestras instituciones, salgan al mundo a cooperar mutuamente. Tenemos mucho que dar, por lo que tenemos mucho que recibir

#JuandeDiosGuevara

2 comentarios en “Aliméntate bien, pero coopera”

  1. José Enrique Barnechea Landa

    Sí, pero desde el momento que priman los intereses particulares de personas, grupos, regiones y países la idea de cooperación no les pasa por la cabeza.
    Pero además de ésa realidad no hay que dejar de bregar y hacer que algún día se comprenda.

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