La vida sigue igual

Muchos analistas económicos sostienen que el Perú ha vivido una prosperidad económica en los últimos tiempos y que el Perú ha hecho grandes progresos desde el inicio de las reformas económicas de los 90´s, los cuales se han afianzado en la democracia, en los últimos 20 años. Para ello, presentan indicadores que reflejan ese crecimiento económico en las zonas urbanas y rurales, en forma descentralizada, reduciendo la desigualdad y bajando la pobreza a un 20% que luego de la pandemia, subió a 30%. Estos positivos indicadores ha llevado a una corriente política, a considerar que este “milagro económico peruano”, no se puede cambiar, y se opone con todos los medios a su alcance, que son muchos, a vislumbrar siquiera correcciones al modelo de mercado en el Perú, y por eso vacar y vacar es su quehacer diario

El hecho de que haya una tercera parte de la población pobre, y otros muchos más que llegan a casi la mitad de la población nacional, que sufre inseguridad alimentaria aguda y requiere asistencia alimentaria urgente para salvar vidas y apoyo a los medios de vida que sigue aumentando a un ritmo alarmante, no es su problema. En el Perú a causa de la pandemia unos 15,5 millones de peruanos quedaron en esa situación. Es decir, no pueden acceder a tres comidas diarias y llevar una vida activa y saludable. La estimación de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) es que el hambre siga extendiéndose. “Es de prever que la cifra ya esté aumentando porque la inflación de los precios de los alimentos es muy drástica en este momento”. Ni estas urgencias, los motiva a pensar y actuar en soluciones para el bien de todos los peruanos. Su único tema en agenda, es vacar y vacar

Esa ausencia de no ver al Perú como algo de todos nosotros, esa falta de sentido del bien común, nos está llevando a destruir nuestra democracia, a enfrentarnos entre los peruanos, a no resolver los problemas que tenemos en cantidad y conducirnos a desperdiciar todas las potencialidades que tenemos para ser una sociedad próspera, más justa, más humana. Hay que reflexionar, el Perú ha crecido económicamente con un buen manejo macroeconómico, pero no se ha desarrollado socialmente, culturalmente. Y esto hay que cambiarlo, para mejorar a todos los peruanos, porque de eso se trata.

Nadie puede negar este crecimiento económico, las cifras lo señalan. Aunque también sabemos que en estadística, “si yo me como un pollo, y tú nada, en el promedio estadístico, hemos comido medio pollo cada uno”. A tal punto son de buenos los promedios económicos, que ahora los organismos cooperantes a nivel mundial, nos ven como un país de “ingresos medios”, restringiéndonos las posibilidades de recibir cuantiosas ayudas, que si las necesitamos.

El crecimiento ha sido desigual, por eso  tampoco se puede negar que este “milagro económico peruano”, cuando vino la pandemia, sólo tenía 300 camas UCI para una población de más de 30 millones, que el oxígeno lo vendían a precios exorbitantes, sin importarles el dolor ajeno y que las clínicas hacían su “agosto” y no aceptaban el ingreso del paciente, aunque se estuviera muriendo, si no pagaba antes, un mínimo cuantioso y prohibitivo. Nadie puede negar, que la “educación es un negocio”, ha llevado a esta mediocridad de universidades, que nos han inundado de  profesionales que ya son y van a ser responsables de nuestro desarrollo. Nadie tampoco puede negar que esa visión de transporte cómo negocio y no cómo servicio ha llevado a este caos vehicular, de ausencia de planificación para desarrollar un sistema integrado de transporte para la calidad de vida de los integrantes de la sociedad, que somos todos. Nadie puede negar que hoy en el mundo de las telecomunicaciones, en dónde el internet es un derecho, el Perú no tenga cobertura nacional y para los que lo tienen, sea muy lento y desigual el servicio Con una velocidad promedio de descarga 46 mbps y 20 mbps de subida, se ubica en el puesto n° 6 de la región, y el n° 73 del mundo. ¿Por qué? Porque a las 4 empresas que tienen el mercado, no les es rentable trabajar en zonas pobres, y el Estado, bien gracias, porque no puede hacer nada. La C93 se lo impide, y  así nos perdemos todos los beneficios de la transformación digital, que nos serviría para gobernar a nivel nacional, todos interconectados

Y así podemos seguir, en tantos temas por corregir, destacando la falta también de partidos políticos. El autoritarismo de los 90´s que eliminó los partidos políticos, nos ha llevado a tener improvisados en la política, que sin saber mucho de que se trata el desarrollo del Perú, hacen su aparición pública y al poco tiempo desaparecen, con aparente más riqueza. Se estiman unos 24 mil millones de soles por año, el monto de la corrupción, en los diferentes niveles de gobierno. El Perú sigue igual, un país de extrema riqueza, concentrada en unas cuantas familias y corporaciones nacionales y extranjeras, con unas brechas salariales, sociales y territoriales, que no se pueden negar, y que deben ser motivo, para llegar a un acuerdo de cambio entre todos, para plantearnos una ruta de desarrollo, y ejercer en verdad, el Acuerdo Nacional

De lo contrario, vamos a seguir en este círculo vicioso que se ha convertido este primer año de gobierno. El presidente toma una mala decisión, o más de una, y de inmediato crece el descontento de la gente, alentado por la gran mayoría de los medios de comunicación, que en forma apocalíptica califican a este gobierno, reviviendo a los que siempre han estado en el poder, y quieren ahora recuperarlo, generando que la misma población descontenta, al ver esos actores del ayer, -que nos han llevado a esta situación-, ya no consideren tan mala opción al presidente, y así seguimos, hasta el siguiente desacierto del presidente, en un círculo vicioso, mientras la vida sigue igual. Pareciera que no se han dado cuenta, porqué la población no se moviliza, a pesar de todas las convocatorias que han organizado

Seamos conscientes de lo que estamos viviendo, el sector agropecuario, el cual emplea a 1 de cada 4 trabajadores del país, nos dice que el 86% de los productores agropecuarios familiares son de subsistencia, por lo que cualquier reducción a sus escasos ingresos, es eliminar la posibilidad que cubran  una canasta básica de alimentos, y menos aún que logren el desarrollo de un buen cultivo, porque los agricultores de subsistencia son los más afectados por el fuerte incremento del precio de los fertilizantes. Estos son problemas reales a que debemos estar abocados los peruanos para trabajar conjuntamente, por un sentido de solidaridad y por un sentido práctico para los opositores. Se imaginan el caos social que se puede venir

Pensemos seriamente, cual es la salida a esta crisis, mayoritariamente rechazada por la población. ¿Ustedes creen que si se dieran nuevas elecciones, van a aparecer unos «ángeles salvadores»? No creen que serán más de lo mismo y aún peor incluso, más dispersos por las redes sociales, lo que nos daría un congreso más fragmentado aún. La desaparición de auténticos partidos políticos, nos ha llevado a esta situación, que hace más compleja nuestra incipiente democracia que contra viento y marea, se mantiene por más de 20 años. Queremos cambiar de presidente a cada rato, y en el proceso de cambio, paralizar el país sin importarnos esta crisis alimentaria global, luego de la cruel pandemia por el COVID-19, que nos ha dejado más de un cuarto de millón de víctimas mortales, familias rotas, pérdidas de empleos, quiebra de empresas y demás calamidades que nos ha tocado ser testigos de vida

Ante la imposibilidad de salidas viables, porque no vayan a creer los que quieren vacar y vacar, que en caso lo lograran, y que seguro festejarán, los vacados se van a quedar tranquilos. Es sólo ser prudentes y pensar bien, por lo que sería bueno pensar en la alternativa, de que ambos poderes logren una agenda común, hasta el 2026, fecha de vencimiento de su elección, que aliente lo que está bien, mejorar lo que haya que mejorar, y hacer lo que no está hecho, que es bastante, para ir cerrando estas brechas, que he escuchado decir “que ya no son brechas, sino grietas”.

Hay que ser peruano, y dejar ese fanatismo de lado, que no nos conduce a nada bueno, a no querer darse cuenta que hay cambios que hay que realizar, y no por  pensar así, eres caviar, comunista, terruco. Es sentido común, ser orgulloso de tu país, que tu país sea ganador, en todo orden de cosas. Que su progreso sea armónico para todos, porque todos somos felices con las medallas de oro en el mundial de atletismo por Kimberly García, y para ello hay que trabajar, perseverar, por alcanzar sueños posibles, que sirvan para construir, no para destruir, sin darse cuenta de lo que están sufriendo los peruanos, y lo mucho más que van a sufrir, por un camino sin sentido alternativo. Es un “sal de ahí, que no te quiero”, sin pensar en las consecuencias. Es un «que el dólar suba a seis soles, para que los pobres se den cuenta, que sin nosotros, no son nada»

Hagamos un esfuerzo conjunto por solucionar la inseguridad alimentaria aguda, brindemos la asistencia alimentaria necesaria, que está afectando a la mitad de la población, cifra que se está incrementando por lo que debemos priorizar su atención tanto por un sentido humano de solidaridad, cómo por un sentido de paz social, que si no se controla, resulta difícil predecir sus consecuencias. Prioricemos el desarrollo del agro, uno de cada 4 peruanos ahí trabaja. En el sector agropecuario, hay mucho por hacer, mucho por ganar y existen profesionales calificados para lograr el cambio. Apoyen al sector, denle facilidades, presupuestos, cooperación internacional, estabilidad, convocatoria a la Academia, al sector privado y público, y con seguridad pronto se verán resultados palpables. Hagan una reforma del estado, para que sea eficiente y eficaz. Hagan una reforma política, para que en las próximas elecciones, se pueda elegir entre verdaderos partidos políticos con personas idóneas y calificadas. Pensemos en el Perú.

Hay tanto por hacer, querido Perú. Felices 201 años. Felices Fiestas Patrias

#JuandeDiosGuevara

3 comentarios en “La vida sigue igual”

  1. La frase es clave… » hay tanto por hacer querido Perú »
    El problema es que la corrupción y el egoísmo en la política ha cegado a los líderes y sus allegados. Y no les interesa el bien común, el bienestar ciudadano. Sólo buscan el propio bienestar y su grupo cercano…
    Lamentablemente los líderes actuales son en su mayoría líderes que surgen del poder económico pero que no tienen el don del servicio… Suerte para nuestro querido Perú…

  2. Fernando Álvarez Ángeles

    Excelente apreciación de la realidad actual, tenemos que pensar con la cabeza y no con el corazón al elegir a nuestras autoridades, el Perú es rico; pero se necesita tres cosas: cortar drasticamente con la corrupción (cadena perpetua a las autoridades corruptas), elegir bien a las autoridades y gobernantes y por último permitir la inversión extranjera.
    Saludos Juan de Dios
    Bendiciones

  3. Juan de Dios, nunca más de acuerdo que hoy con tu pensamiento, pero es preciso seleccionar un equipo integral que ayude a este gobierno a superar la crisis económica, alimenticia , de educación y salud. Sabemos que la orientación actual del gobierno a fracasado en todo el mundo. Empezemos los peruanos a reconstruir nuestro país, mirando y haciendo algo por nuestro prójimo, si el 50% de la población está mejor que cada uno ayude al otro 50% que la está pasando mal y no encuentran la salida a su dramática situación. Vamos a convertirnos en la mejor población del mundo porque miramos y ayudamos a los que nacieron con más dificultades que ventajas a salir adelante dignificandoles la calidad de vida , creando trabajos dignos que les den base para superarse! En 5 años veremos inclinarse la balanza y en 20 ábremos construido una fórmula para combatir la pobreza integral que hoy domina a más del 50%!de la población Mundial. Y costará mucho esfuerzo y dinero , sudor y lágrimas, pero habremos dado un gran paso para generar la verdadera PAZ !!

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