¿A dónde queremos ir?

En estos últimos días, escuché al ex premier Vicente Zeballos, de que una de las experiencias que más le llamó la atención, en su ejercicio de gobierno, fue la de que ellos como Gobierno sentíaN que iban a 100 kms/hora, y el Estado iba a 10 kms/hora. Un desajuste total. Lo que abona en lo que es un clamor nacional, la reforma del Estado, de tal manera, que sirva a la ciudadanía en forma eficiente y eficaz. La cooperación técnica internacional será de gran ayuda. El ejemplo de Estonia digital se debe considerar

Leí el domingo, un artículo de Juan Carlos Tafur, en el diario La República,  llamando a un shock de capitalismo. Incentivando el destrabe de más de 50 mil millones de dólares de inversión en proyectos mineros, en un país minero cómo el nuestro, con todos los beneficios que generarán, con el debido manejo ambiental. Vemos ahí, la necesidad  de saber comunicar a la población, para su participación ciudadana, en provecho de su desarrollo territorial, económico y social.

Los mismos peruanos, no se reconocen como país minero. Lo consideran como algo malo. Vivimos del pasado, el recuerdo del mal supera la posibilidad de cambio. No se conoce que hoy en día, los compradores mundiales, valoran la trazabilidad del mineral, y castigan a los que en su extracción, y elaboración, han generado problemas sociales, problemas ambientales. No conciben el progreso humano, el desarrollo tecnológico. Se quedaron en la etapa de la revolución agrícola, y de ahí el mundo según su criterio, ya no puede avanzar. Para ellos, el mal pasado, nos condena, nos quita el presente y el futuro. ¿Y por qué se da este fenómeno? Por ignorancia. Por resistencia al cambio

Se niega la posibilidad de cambio, no se valora la urgencia de atraer capitales, para que inviertan bien, -con los controles respectivos-, y puedan generar empleo, dinamizando y ayudando a la reactivación económica, con todo el efecto multiplicador que genera una inversión en este sector, aprovechando así nuestra conformación geográfica de tener pisos altitudinales de 0 a 6000 msnm, lo que nos hace un país polimetálico, y en que debemos también, nos falta,  darle valor agregado para hacer cadenas de valor a  toda nuestra riqueza polimetálica, con numerosos minerales en los primeros lugares del ranking mundial

Vi también, el programa de TV dónde Salvador Del Solar anunciaba que no iba a ser candidato a la presidencia y planteó una enorme pregunta, por la qué pidió a la sociedad que primero debe responderse, antes de pensar en candidaturas, ¿a dónde queremos ir? Respuesta vital, que debemos darnos, consensuando democráticamente, con amor al Perú, a los nuestros, a nuestros sucesores, pensando, visualizando el Perú a futuro. Qué pretendemos, qué queremos lograr cómo sociedad y cómo lo vamos hacer. Es un momento de sumar para enfrentar unidos esta catástrofe global. Es hora de construir una hoja de ruta común, para regalarnos por el Bicentenario y comprometernos a hacerlo.

Y para terminar estos días, acabo de ver la denegación de confianza al gabinete Cateriano, luego de presentar los  lineamientos del plan de trabajo para los próximos 12 meses, enfocados en cinco ejes centrales: 1. Continuar la lucha frontal contra la pandemia, priorizando la salud de todos los peruanos. 2. Crear las condiciones para relanzar nuestra economía y reactivar el aparato productivo, con énfasis en la recuperación del empleo digno. 3. Seguir apoyando la educación en todos sus niveles, y así asegurar la continuidad del proceso educativo de nuestros niños y jóvenes. 4. Seguir con la lucha contra la corrupción y la delincuencia. 5. Garantizar que se lleven a cabo elecciones libres, neutrales y democráticas en 2021.

Con la confianza denegada, una vez más, peruanos elegidos por otros peruanos, sorprenden a más peruanos, sumando una crisis política, en plena crisis sanitaria, económica, social, cómo si el tiempo sobrara, en esta época de emergencia nacional.

Así no vamos a ningún lado. No se ve un propósito de generar un consenso para superar tremenda crisis global. No se sabe hacia dónde queremos ir como sociedad. Todo son quejas, lamentos, enconos, no hay propuestas, soluciones. Acá se priorizan los intereses personales, sobre los del país. Y políticamente, lo hacen mal, ya que generan cada vez más en la población, desprecio por su clase política

Ser testigo de las intervenciones de estos congresistas elegidos por el voto libre de nuestros compatriotas, es preocupante. Revela, que el que debería ser nuestro activo más importante, el CAPITAL HUMANO, está descalificado, para superar esta crisis, y plantearse en serio, un futuro mejor para nuestro Perú

Debemos construir cadenas de valor en forma diversificada, por todo el territorio nacional. Basado en el Acuerdo Nacional, debe ser factible la realización del Pacto Perú, solicitado por el Presidente Vizcarra, para una transición democrática en un ambiente de paz y progreso haciendo ejercicio de nuestra economía social de mercado, cómo dice nuestra Constitución

Por lógica simple, para eliminar la pobreza, hay que hacer riqueza, con buenas empresas, buena capacidad de gestión, buenas conexiones, buenos desarrollos tecnológicos, y sobre todo con buen capital humano, que es el que lo hace posible. Por eso es urgente educar. Hoy con el desarrollo tecnológico, se pueden hacer cursos potentes con audio visuales en app´s, a nivel nacional. Insisto en cada uno de mis artículos, hay que hacer una campaña masiva de alfabetización del siglo XXI. Es urgente. Nuestro capital humano, lo necesita

Hay que aspirar a  formar, educar, a peruanos, para enfrentar competitivamente los desafíos del siglo XXI. Enseñándoles la necesidad de  una obligatoria internacionalización de las actividades productivas, promoviendo un verdadero liderazgo, con el crecimiento de las personas en las organizaciones, ejerciendo un verdadero comportamiento humano en la organización, para una mayor productividad, así como un adecuado manejo de los recursos económicos, para lograr la obtención de rentabilidad económica, de creación de valor, con responsabilidad social y conciencia ambiental.

Brindar una suma de conocimientos empresariales, con especial atención al crecimiento personal, atendiendo el desarrollo de habilidades, aptitudes, competencias y cualidades del carácter, que los expertos de organismos internacionales recomiendan como necesarias para actuar eficientemente en el mundo laboral actual y el que se avecina Formar mejores empresarios, para mejores resultados, entendiendo que las habilidades que tradicionalmente han sido demandadas, hoy han pasado a ser  obsoletas.

Hay que enseñar a aprender lo que se necesita para enfrentar con éxito el siglo XXI, que según los expertos, las habilidades básicas a desarrollar son: el dominio de la aritmética, las ciencias, las tecnologías de información en comunicación (TIC´S), las finanzas y la cultura cívica. Las competencias a lograr son: el pensamiento crítico y la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación y la colaboración. Y las cualidades del carácter a desarrollar son: la curiosidad, la iniciativa, la persistencia, la adaptabilidad, el liderazgo, la conciencia social y cultural.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indica que la educación formal está “desconectada” del ámbito laboral y que no enseña las habilidades que los empleadores valoran. Hay un “desacople” entre lo que la escuela enseña y lo que el mercado necesita, una disociación entre la educación y el sistema productivo. Los contenidos educativos y los requerimientos del ámbito laboral no están conectados.

La escuela no enseña las habilidades blandas que las compañías necesitan. Se destaca la falta de habilidades socioemocionales, como la capacidad de tomar decisiones, el pensamiento crítico, la responsabilidad, la empatía,  la planificación, saber formular.

Lamentablemente esas competencias “blandas” no las aprenden en la escuela. Esas virtudes especiales incluyen capacidad de expresarse, de desenvolverse en diferentes contextos sociales, incluso hasta cómo vestirse. Se necesitan las habilidades blandas o transversales. Las duras se concentran en el saber hacer. Las habilidades blandas juegan un papel muy importante en las organizaciones, pues son piezas clave para que un individuo se relacione adecuadamente con el resto de las personas, ya sea dentro o fuera del ámbito laboral

Debemos aprovechar la internacionalización de nuestra gastronomía, en una visión con aprovechamiento territorial, de la única cadena de valor desarrollada con éxito en las últimas décadas, en el Perú, para que resulten como cabezas de playa, en nuestro ingreso a los mercados exteriores, y sobre todo desarrollando mejores personas, competitivas globalmente

Enseñar que “el mundo está lleno de Oportunidades de Negocios”, por lo que deben aprender a sustentar sus ideas empresariales mediante el desarrollo de Planes de Negocios, que les ayude a evaluar metódicamente la rentabilidad de la empresa que buscan construir para sí mismos, apoyándoles a identificar sus mercados, evaluar las necesidades de capital que requieren para su realización, sea propio o prestado, establecer y proponer sus requerimientos de inversión a eventuales accionistas, o acceder al crédito en el sistema financiero.

La cercanía del Bicentenario, nos debe motivar a decidirnos, a dónde queremos ir. Y consensuada la decisión,…a triunfar peruanos…somos hermanos…

«Si tomamos a las personas tal como las encontramos, podemos hacer que sean peores, pero si las tratamos como pensamos que deberían ser, entonces les ayudaremos a ser lo que son capaces de ser» Johann Wolfgang von Goethe

#JuanDeDiosGuevara

By Visión al Futuro

3 comentarios en “¿A dónde queremos ir?”

  1. Julio Martinat Olivera

    Interesante visión de coyuntura. Tanto los inquilinos del estado «gobiernos» como el aparato estado deben cambiar cualitativa y cuantitativativamente para que accedan profesionales idóneos, efientes, eficaces, etcccc

  2. «Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué camino sigas»

    Alicia, la del país de las maravillas del famoso cuento de Lewis Carroll, pregunta al gato de Cheshire en un cierto punto qué camino debía tomar. Cheshire le contesta: “Eso depende mucho del lugar adonde quieras ir. Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué camino sigas”

  3. La minería, es aproximadamente el 50% de nuestras exportaciones. Si se desarrolla con firmeza, como dice Roque Benavides, serían los tremendos impulsadores de la descentralización, que tanto la necesitamos. Con la descentralización, vienen los días de comunicación, ya sea autopistas, ya sea ferrocarriles, o ya sea mejores aeropuertos. Esta es la única forma de desarrollar un país.

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