Conseguir la colaboración de los demás para lograr el objetivo deseado, debe ser el propósito de todo aquel que dirige a un conjunto de 33 millones de personas diversas, que cómo parte de la especie humana mantienen una relación permanente con un mundo de 7,500 millones de personas diversas también.
Y para conseguir esa colaboración, es preciso que enseñe cuáles son los objetivos a lograr, en forma clara y precisa, de adónde vamos y cómo vamos. Por lo cual tendrá que desarrollar una comunicación eficaz, que motive, convenza, convoque para lograrla. Generando necesariamente un ambiente de cooperación y respeto aprender a obtener resultados.
Ello le obligará a organizar su trabajo, a aprender obtener resultados inmediatos, a administrar eficazmente el tiempo, a saber manejar conflictos, mediante el desarrollo de la capacidad de análisis y de toma de decisiones, desarrollando normas de actuación y de evaluación del rendimiento de sus equipos. Practicando las funciones del máximo responsable: Planificando, Organizando, Dirigiendo, Coordinando y Controlando, lo que le ayudará a mejorar la eficacia y productividad operativa, con un liderazgo conductivo y eficaz, dentro de un irrestricto respeto al Estado de Derecho, con el cual fue elegido por el voto popular
Así mismo, le exigirá desarrollar creatividad propia y la de sus equipos, con mucha innovación, investigación y desarrollo, para optimizar los escasos recursos con que se cuenta y los enormes retos y desafíos que se deben enfrentar y superar en esta época de crisis. Para que con capacidad de trabajo y los mejores colaboradores que debe convocar, en esta economía del conocimiento que nos toca vivir, poder ir alcanzando objetivos, ejerciendo las habilidades de liderazgo, practicando las habilidades de delegación de funciones, incrementando la capacidad de participar y dirigir reuniones de trabajo.
Simplemente, hacer que todas las cosas tengan su lugar; que haga que cada parte de su dirección, ocupe su tiempo. Que sus habilidades de Dirección, obtengan resultados concretos en su gestión ejecutiva, a partir de la realización de un Liderazgo de Directivos, que la sociedad reclama.
Todos los que dirijan grupos humanos, sean pequeños, medianos o grandes, deben recordar que no todo es conocimientos y capacidades técnicas, hay también que poseer aptitudes de liderazgo y habilidad para comprender y manejarse bien con la gente.
Gente que entiende que lo importante en esta vida, no es donde estamos, sino en qué dirección vamos. La gente quiere y necesita un líder que los conduzca a buen puerto. La gente no quiere panoramas inciertos, declaraciones contradictorias, silencios misteriosos, más aún cuando la gente por lo general es reticente al cambio. Una mayor comunicación, genera un mejor ambiente, para alcanzar la confianza que tanto se requiere
El que dirige debe considerar la enorme importancia del comportamiento humano, sin dejar de hacer énfasis sobre el establecimiento de metas y objetivos en planes estratégicos, base para el mejoramiento continuo. La búsqueda de calidad y productividad, para lograr la competitividad, se respalda no solo en un correcto manejo económico, financiero, sino también en un adecuado manejo del recurso humano.
En esta época de tormentas, que, como todas las tormentas, pasará y habrá un día después, el Director está obligado también a planificar las dudas, ante los pronósticos mundiales negativos de la economía global, debido a la prolongación de las dudas sobre la emergencia de la salud pública, y la ansiada reactivación económica, por lo que será recomendable centrarse menos en los números y más en la planificación de diferentes escenarios económicos.
Tomando en cuenta que hacer frente de manera efectiva a la pandemia y a la reactivación económica requiere de una cooperación global y una solidaridad excepcional, que hay que saber procurarla, por lo que los exabruptos no tienen cabida en el ejercicio de una correcta Dirección. Hoy el mundo está interconectado globalmente
Así mismo, el que dirige debe pensar estratégicamente en el futuro, que queremos para el mañana, se necesita pensar en el largo plazo. Los directivos suelen ser “personas de acción” orientadas a actuar de forma rápida y en el ahora para conseguir resultados. En el contexto actual, la velocidad es una habilidad imprescindible para evitar males mayores. El futuro se escribe hoy, y solo podremos definirlo si sabemos responder a: ¿A qué aspiro? ¿Dónde juego? ¿Cómo gano? Y ¿qué capacidades tengo para el momento actual y el que viene?
Las preocupaciones son sobre el futuro, la gente mira hacia delante: ¿qué me va a pasar, qué vamos a hacer en este o aquel escenario? Esas son las verdaderas preocupaciones que un Director tiene que afrontar. Lo que realmente está en juego, para conseguir la colaboración que permita el logro de los objetivos que se quiere poder alcanzar, es que la gente confíe en su Director. Y cuanto más inteligente y sofisticado sea el público, más exigencias demandarán, para tener confianza.
Por eso, no conviene limitar la comunicación al pasado sino al futuro. Anticipar los escenarios y hablar sobre ellos. La transparencia es el único elemento que funciona: muestra la confianza en ellos, y les damos los medios para que sean capaces de protegerse a sí mismos. Si no confían en la cabeza, cada uno lo hará por su cuenta, por lo que la gobernabilidad será cada vez más inviable, y nadie ganará, cómo se perderá la oportunidad histórica de haber logrado el poder, dejando un pasivo inmenso hacia futuro a su opción política
El que dirige debe saber que la comunicación no resolverá el problema, pero sin ella, los problemas no se resuelven en absoluto. La comunicación es demasiado importante como para dejarla en manos de subalternos, sin experiencia, sin conocimientos. Quien decide la gestión decide la comunicación. El silencio no funciona en la crisis aunque lo único que podemos comunicar es que no hay novedades, eso es muy importante para la gente. Las actualizaciones son fundamentales: la gente necesita estar segura de que se les mantiene informados. Más aún, reforzar su mensaje principal cada vez que hable, y corregir la información incorrecta o engañosa. Sea proactivo en mantener a su audiencia informada. Nadie se quejará de recibir información clara y precisa
Hoy en el siglo XXI, la competencia por atraer inversiones es muy grande, por lo que hay que saber comunicarse, porque hay que generar CONFIANZA Hoy estamos a la distancia de un click, por lo que una declaración irresponsable, puede generar una gran estampida de dinero, tan necesario para intentar cerrar las brechas existentes. El dinero es cobarde, apenas le dan un espacio de incertidumbre, huye despavorido. Total tiene un menú de 200 opciones (países), para escoger. Es bueno por lo tanto recordar al ex presidente uruguayo Mujica, gran referente de la izquierda democrática, cuando reconoce la importancia del capital.
El que dirige debe tener en cuenta que los retrocesos en el desarrollo ponen en peligro los niveles de vida, el empleo, los medios de subsistencia y el sustento de las personas. La pobreza aumenta, las tasas de alfabetización disminuyen, y se revierten los avances logrados en la igualdad de género, la nutrición y la salud. Por ello, es preciso lograr la estabilidad económica, aprovechar la revolución digital, buscar un desarrollo más ecológico y sostenible, e invertir en las personas. No hay revolución, sin educación.
Dirigir es un arte, vuélvase artista Señor Presidente, el Perú se lo demanda. Es su oportunidad histórica. Otra no tendrá. El Perú ya no puede perder más el tiempo
#JuandeDiosGuevara
2 comentarios en “La importancia de la Dirección”
Felicitaciones, es muy oportuno en señalar las aptitudes y las tareas para un liderazgo efectivo, en bien del futuro de las grandes mayorías, donde la comunicación, con todos los sectores , es fundamental para el éxito. Definitivamente, Pdte Castillo, debe definir y hacer los ajustes en su equipo de gobierno de primera línea y debe ser a la brevedad, mostrando que él es quien el Jefe del Gobierno.
Tema de excelencia para todo aquel que quiera disfrutar plenamente de la vida.