Ser empresario es una forma de vivir en la que uno concentra su inteligencia y sus recursos en desarrollar una organización capaz de ofrecer a la sociedad un bien o un servicio mejor y/o más competitivo que los demás.
El empresario es emprendedor y el que emprende es aquel que crea una nueva actividad de negocios en la economía, arriesgando la posibilidad de ganar o perder. Existen también los administradores emprendedores, cuando desarrollan nuevas líneas de productos o crean las posibilidades de conquistar otros mercados.
Muchos piensan que nacen y no se hacen, o son producto del “hombre es uno y sus circunstancias” Ortega y Gasset. Otros creen que son buenos para crearlas, pero no buenos para dirigirlas. Otros sostienen y demuestran que algunos empresarios son buenos para crear y dirigir una empresa.
Muchas veces las circunstancias que convierten en emprendedores se suceden cuando los individuos encuentran límites en la expresión de sus capacidades dentro de las organizaciones. Otra razón, que es una tendencia mundial, es la falta de empleo.
Anualmente se incrementan la creación de nuevas empresas por parte de recién graduados que al no encontrar trabajo se ven obligados a iniciar una aventura empresarial. Se estima una explosión de nuevas empresas por parte de mujeres, inmigrantes y miembros de minorías.
La aparición de varios millones de nuevas empresas en el mundo, demuestran que un buen número de personas entienden que el ser propietario de una empresa es una opción real y posible
“Hay algo peor en la vida que no haber acertado, es no haber intentado, ese es el peor de los fracasos” F. Roosevelt
El ser empresario se logra creando una empresa, comprándola, heredándola, asociándose y/o obteniendo una franquicia fundamentalmente.
Para ser empresario, nunca se olvide: Concentración y disciplina. Los líderes jamás pierden su concentración. Tienen los ojos fijos en la imagen total, en el objetivo que buscan.
Concentración. Autodisciplina Querer ganar. Nos conducirán a la meta o por lo menos nos acercarán. Ganas de ganar es fundamental, con el sacrificio y disciplina correspondiente. No pierda de vista su objetivo
Persistentes y perseverantes hay que ser, para alcanzar el objetivo trazado. Saber exactamente lo que se quiere lograr y ante ello, insistir hasta lograrlo. No doblarse.
Hay que dejar de lado el desaliento y el desánimo. Retroceder nunca, rendirse jamás. Trabajar sin apartarse de su objetivo. Tenga paciencia y revise hasta el ínfimo detalle, haciéndose el seguimiento debido. Controle los detalles y permanezca concentrado.
No tema el avanzar lentamente, sólo tema el detenerse. Ocúpese de lo importante, ignorando las distracciones, esa es la capacidad de la concentración. El que pestañea pierde. En una competencia tan virulenta, la competitividad es el camino.
«Usted puede ser lo que se proponga. Determine ser algo en este mundo y lo conseguirá, «yo no puedo» nunca logró nada; «yo trataré» ha hecho maravillas» Joel Hawes
En países como los nuestros hay que construir casi todo. En todos los sectores económicos, hay que crear miles de empresas que lo hagan con calidad, para superar el atraso de nuestros pueblos y generar empleo para la enorme cantidad de jóvenes que anualmente se integran a la población económicamente activa y para aquellos que se ven obligados a retirarse cuando aún están en capacidad de producir y contribuir.
Este es un enorme desafío, que sólo lo podremos superar, si todos, esto es, familias, instituciones, empresas, universidades y los jóvenes en particular, asumen este gran reto. Reto que puede convertirse en una gran oportunidad, ya que el éxito del empresario depende en gran medida de sus propias decisiones y acciones, es decir de sí mismo.
Para contribuir a esta gran necesidad nacional, ponemos a disposición nuestros entrenamientos, http://visionalfuturo.com/web/vision_al_futuro_3.php#tres , que le ayudarán al logro de su competitividad global.