Prospectivus

Resulta muy importante para los que nos gobiernan, cómo para la sociedad en su conjunto, hacer el ejercicio de percibir el futuro, estudiar los futuros posibles, los probables y los deseados. Todo ello, significa hacer prospectiva, un adjetivo que se relaciona con el futuro, de conocer inteligentemente lo que ocurrirá en forma anticipada, de visualizar en forma bastante cercana lo que puede suceder en el futuro

La prospectiva la hacen los economistas, los científicos sociales, estudiando las causas técnicas, científicas, económicas y sociales que van acelerando la evolución del mundo moderno, cómo estudiando a su vez, la previsión de las situaciones que podrían generarse como consecuencia. Prospectiva proviene del latín prospectivus, que significa “prever” o “mirar hacia delante”.

Ese mirar hacia adelante, permite a estos visionarios predecir tendencias, pequeñas, medianas y grandes, que al cotejarlas al paso del tiempo, observas que lo que anticipadamente advirtieron,  hoy son realidades. Entonces, es bueno ser advertido, y preverlo

El padre de las mega tendencias John Naisbitt, en su libro Megatrends 2000  (1990),  predecía que pasaríamos de la sociedad industrial a la sociedad de la información; de la economía nacional a la economía mundial; del corto plazo al largo plazo; de la centralización a la descentralización; de la ayuda estatal a la autoayuda; de la democracia representativa a la democracia participativa; de las jerarquías a las redes

Otros visionarios como Alvin Toffler (lo conocí personalmente a mediados de los 90, en unas conferencias en Curitiba, Brasil) en libros como El shock del futuro (1970) y La revolución de la riqueza (2007), así como Herman Maynard y Susan Mehrtens en La cuarta ola (1996), vislumbrando el futuro, anunciaban cambios en la demografía y, consecuentemente en los estilos de consumo. Inseguridad urbana. Poder de consumo de los adolescentes. Comidas preparadas, al vacío, congeladas, etc.

Vislumbraban avances tecnológicos, cómo la invasión de las tecnologías de información y de multimedia. Advenimiento de la autopista electrónica. Domótica (residencia automatizada), marketing directo, entrega a domicilio. Microempresarios en productos de alta calidad. Presencia virtual a través de las telecomunicaciones. Impacto de la biotecnología, de la fibra óptica

Culto por los productos sin grasa y rechazo por lo graso. Surgimiento del culto a la forma física y a la delgadez. Valorización de la carne con bajo contenido graso, de los menús dietéticos, de la verdura. La cultura de la verdura y los alimentos anti cáncer.

Estancamiento de la materia prima y surgimiento de la materia gris. Materiales clásicos versus materiales compuestos. Desarrollo de los servicios de alta calidad. Estancamiento cíclico de los recursos naturales. Estrategia del valor agregado (segunda  y tercera  transformación). Fastidio del contribuyente y de las clases medias (la informática te registra todo, no es fácil evadir). Retiro del Estado, privatización. Adelgazamiento  de las grandes organizaciones a través de los subcontratos, outsourcing

Visión naturalista. Respeto del ecosistema y desarrollo durable. Lucha entre lo químico y lo biológico. Retorno hacia los valores espirituales. Multiplicación de las sectas religiosas. Medicina tradicional, plantas medicinales, Alimentos anti cáncer. Respeto del sabor indígena

Todas estas mega tendencias nos deben llevar a reflexionar, para convertir estas situaciones de la mejor manera, y no ver el futuro apocalípticamente, de que estamos muy atrasados, y ya no hay nada qué hacer, sino como una oportunidad. Tener una visión optimista, a futuro, nos permitiría poder controlar mejor el destino, adoptando una visión con los objetivos a corto, mediano y largo plazo a alcanzar y de ahí realizar la misión que nos permita convertir nuestros sueños en realidades. Hay que regalarnos el Plan Estratégico de Desarrollo Bicentenario

Pero hacerlo, y para ello, debemos tener el desarrollo de la curiosidad ante el porvenir, retornar a nuestras raíces y desarrollo de nuevas carreras, acordes a volver nuestras ventajas comparativas en competitivas; con desarrollo de la formación especializada. Tenemos una gran biodiversidad

Procurar el bienestar socioeconómico por medio de la transferencia tecnológica, el enriquecimiento por medio de las biotecnologías. La diversificación gracias a los nuevos segmentos del mercado

Anticiparse al advenimiento de tecnópolis virtuales. Educar el dominio sobre las computadoras y la concepción de nuevos programas. El acercamiento de las regiones a través de la tecnología de la información. El empleo a domicilio, gracias a la computadora y a la telecomunicación

Ejercer la cooperación norte-sur, tanto cultural como económicamente. La autonomía socioeconómica de las mujeres por medio de la microempresa. El desarrollo de las regiones gracias a la industria de las actividades relacionadas al ecoturismo

El conocimiento es el futuro. Vivimos ya, en una economía del conocimiento. A estudiar más, a enseñar mejor. A aprender, desaprender y volver aprender. Seamos optimistas, esforcémonos, y comprometámonos

“Los pesimistas tienen razón; sólo los optimistas cambian el curso de las cosas. Cuando hemos identificado una fuerza viva, un dinamismo, una actitud favorable, se vuelve posible no ceder ante el fatalismo. Cuando se ve claramente una acción a seguir, el porvenir parece menos lúgubre.” Bertrand Blanchet

#JuandeDiosGuevara

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