“Estamos al borde de un abismo y avanzamos en la dirección equivocada”. António Guterres Secretario General de la ONU
Estamos viviendo una crisis global, con consecuencias muy graves. Son diversas crisis que se nos están viniendo en forma acelerada y todas juntas. Veamos: crisis climáticas, sanitarias, bélicas, financieras y alimentarias. Esto nos hace notar que vivimos en un mundo interdependiente con desafíos complejos que solo pueden abordarse desde la cooperación y la solidaridad. Debemos reaccionar como sociedades responsables, tanto los países desarrollados y los no desarrollados. Es momento de cumplir y exigir que se cumplan los acuerdos asumidos por la comunidad internacional
Es un problema de todos, que todos debemos solucionar. Ya venimos tiempo intentándolo, porque el problema es evidente, hace ya muchos años atrás, por eso el 24 de octubre de 1970, hace ya más de 50 años, los países más ricos de la tierra hicieron una promesa solemne, a través de una resolución histórica de la ONU: “aportar un pequeño porcentaje de su riqueza ―solo el 0,7% de la renta nacional― en ayuda internacional para ayudar a los países de ingresos bajos y medios a enfrentarse al impacto de la pobreza y el hambre”. Se comprometieron para lograrlo en sólo 5 años. Y no se logró, pero en algo se avanzó. En estos 50 años, la ayuda internacional ha sido un salvavidas para millones de personas en todo el mundo, habiendo contribuido a fortalecer los sistemas de salud, educación y protección social en muchos países en desarrollo.
Pero cómo toda obra humana siempre se puede más. Se han perdido muchas oportunidades en estos 50 años por no haber cumplido con lo acordado. Que viene hacer una modesta redistribución de la riqueza global en un mundo desigual, en que por lo que sabemos de la historia de la humanidad, los países más ricos durante largo tiempo se beneficiaron de los países más pobres. Las cifras son contundentes, los países más ricos de la OCDE promediaron tan solo el 0,3% de su Renta Nacional Bruta, los países europeos el 0,5%, a los 50 años del compromiso
Algunos países han demostrado que el objetivo del 0,7% es perfectamente alcanzable y una política realista, siempre que haya voluntad política. En 2019, cinco países (Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca y el Reino Unido) estaban cumpliendo o superando su objetivo
Una investigación de Oxfam (un movimiento mundial formado por personas que trabajan juntas para acabar con la injusticia de la pobreza), ha calculado que la deuda contraída por las contribuciones no realizadas en ayuda al desarrollo llega a los cinco billones de euros. Con esos recursos nunca aportados en estas décadas, los 59 países más pobres del mundo podrían alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, ayudando además a proteger nuestro planeta, tal como desde el 2015, las Naciones Unidas se lo han propuesto, y es tarea que debemos alcanzar en los pocos años que nos restan al 2030
Son difíciles y enormes los retos económicos, sociales y medioambientales. Cada vez son mayores las desigualdades económicas, raciales y de género, lo que significa que hoy en día, casi la mitad de la población, 3.000 millones de personas sobreviven con menos de cinco dólares y medio diario.
El desarrollo global de las telecomunicaciones, la pandemia por dos años que dejan huella en un mundo que ya era profundamente desigual y la crisis climática que representa la mayor amenaza para la existencia humana, ya que está destruyendo las vidas y los medios de subsistencia de las familias que viven en la pobreza, con el adicional de la guerra Ucrania-Rusia, con toda la escasez que ha ocasionado en el suministro de granos, fertilizantes, energía, que ha generado una inflación mundial, nos han hecho ver y tomar conciencia que nuestras sociedades no eran independientes, con vecinos de frontera a lo mucho, sino que somos sociedades interdependientes y frágiles como sociedad global. (Me trae a la memoria un grafiti que lo leí en una esquina cualquiera, que hay por ahí: “La vida es como una galleta. A veces salada, a veces dulce…pero siempre frágil”). Nuestro destino es común. Cualquier acción, tiene impacto a miles de kilómetros. El aleteo de una mariposa en Brasil, puede producir un tornado en Texas, aunque usted no lo crea. Somos interdependientes, Así de claro y contundente
Y mirando a nuestra región de América Latina, creo que no estamos en riesgo de sufrir una crisis como la de los años 80, la cual fue bautizada como “la década perdida”, porque hoy los países latinoamericanos están mucho mejor preparados que hace cuatro décadas para reaccionar frente a estas conmociones, debido en gran parte a las enormes mejoras que se han introducido en las políticas económicas y financieras de toda la región. Creación de bancos centrales independientes, adopción de tipos de cambio flotantes y regímenes de metas inflacionarias, y el fortalecimiento de las instituciones normativas han reforzado la mayoría de los sistemas financieros latinoamericanos.
Pero esto no es suficiente, la migración de venezolanos, haitianos, centroamericanos, latinoamericanos en general, (cómo ahora uno se entera de inmediato, ha muerto en estos días un peruano al intentar entrar clandestinamente al “sueño americano”), nos muestra claramente un ejemplo de que este es un desafío global. Hay muchos más: la pobreza extrema, las muertes materno-infantiles debido a causas previsibles, el terrorismo, el deterioro medioambiental, los desastres naturales, etc.
El riesgo que corremos, es seguir creciendo modestamente, prolongar el estancamiento económico de la última década, y lograr una década de oportunidades perdidas. Seamos creativos, innovadores, con ganas de aprovechar las oportunidades que se generan en el trabajo, que cuando tiene aspiraciones concretas a lograr, produce valor, necesario para procurar salir de esta crisis, en que debemos ser conscientes que ya llegó. Y para eso debemos actuar todos juntos
Les cuento un ejemplo, de que cuando se trabaja con un propósito común, las soluciones se alcanzan. Hace poco tiempo, 3 meses, asumió como ministro del MIDAGRI, un economista de la UNALM, y se encontró con una licitación de urea, poco extraña por decir lo menos, que tenía un ganador con un precio y condiciones fuera de mercado. Se anuló y se procedió a lanzar una nueva licitación por una parte del mercado de la urea. Unas 70 mil toneladas de las más de 325 mil toneladas importadas en el 2021, un poco más del 20% del mercado. Entonces, nombró una comisión con el área correspondiente y precavidamente, se planteó el ¿qué pasaría si no funciona la compra, porque no hay, la escasez de fertilizantes es mundial, se retrasa el despacho, o cualquier otra contingencia?
Por lo que en paralelo revisaron las importaciones, confirmaron con empresarios agroexportadores, que previendo la escasez, se habían estoqueado por unos meses más de lo usual. Llamaron a AGAP Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú, que confirmó de que había urea en el mercado, por lo que de inmediato los contactó con la Sociedad Nacional de Industrias, con el Comité de importadores de fertilizantes, que prestos fueron a reunirse con el MIDAGRI, y aseguraron tener stocks y otros en marcha, por lo que ejerciendo la economía social de mercado, se estableció el FERTIBONO para los agricultores hasta de 10 hectáreas. Con ello podrán comprar los fertilizantes que requieran en el mercado, esa “mano invisible” que con sus diversos actores lo han ido desarrollando
Pero hicieron de la crisis una oportunidad. Emprendieron una movilización nacional de empadronamiento digital georreferenciado. De tal manera que con el satélite puede monitorearse el futuro desarrollo de esas pequeñas unidades agropecuarias. Igualmente están aprovechando para cambiar la matriz de fertilizantes nacional por incremento de abonos orgánicos que son aliados de la agricultura sostenible. Tenemos entre ellos: el Compost, Turba. Estiércol. Humus de lombriz. Guano. Abono verde. Harinas de hueso. Cenizas de materias orgánicas, Desechos de pescado, etc. Para hacer la distribución más rápida, utilizando los enormes activos que tiene el Estado peruano, y que hay que saber utilizarlos. Se coordinó con la marina de Guerra, para que el SIMA presto a poner a flote en el Mar de Grau, el “Pelícano”, lo hiciera con diferentes fertilizantes en especial, el guano de las islas, que tanta riqueza nos dio en el pasado, para ser repartidas en nuestros diversos puertos del litoral, a almacenar en los grandes almacenes que posee el MIDAGRI. Sin embargo los grandes críticos que invitan los concentrados medios de comunicación, no se dan cuenta que siguen comiendo todos los días, tan igual que lo harán en la siguiente campaña del 2023. El problema es más grave, y no es el de abastecimiento de alimentos, sino el de la inseguridad alimentaria. Más de la mitad de peruanos, no come saludablemente, 3 veces al día. Por eso, hay que caminar en forma urgente a lograr los 17 ODS
Conociendo que conviven dos agriculturas, una moderna y otra de subsistencia que es la enorme mayoría, han presentado su visión territorial en una plataforma digital con el mapa del Perú georreferenciado a la cooperación internacional en el Perú, para que los esfuerzos sean conjuntos, en el desarrollo territorial de nuestras cuencas hidrográficas. La intervención del sector público, privado, la Academia y los actores sociales del territorio, con la ayuda y cooperación internacional, que ha sido receptiva al llamado, ante la presentación con experiencias que ya se están desarrollando en nuestro país, por lo que desarrollarán pilotos de desarrollo territorial de cuencas, en nuestras diferentes macro regiones, por la biodiversidad que tenemos, y que servirán de ejemplo para el desarrollo de otras cuencas en el país y en la región, va a ser posible, porque estoy viendo que el ministro y su equipo, tal como me voy informando como economista preocupado por el país, saben adónde van. Y en el Perú de hoy, lamentablemente este es un bien escaso. Y el tema del agro hay que seguirlo, porque la actividad agropecuaria aporta al país sólo el 7,5% del producto bruto interno y absorbe al 37,8% de la población económicamente activa, revelando su importancia tanto en la generación del producto, como en la capacidad de absorción de mano de obra. Si encaminamos nuestro agro, encaminamos al país
Cuando se unen el conocimiento, la transparencia, los valores, la tecnología y la voluntad de lograr el cambio, fortaleciendo la gobernanza territorial agraria, grandes cambios se podrán lograr. Pareciera que se viene el cambio en el agro. Ojalá, en el agro tenemos una ventaja comparativa enorme. Déjenlos trabajar. Todo es un proceso. Sumemos esfuerzos
Y para tanto crítico, esos que restan y no suman, me quedo con la reflexión de Aristóteles “El ignorante afirma. El sabio duda. El prudente reflexiona”. Estudiemos, analicemos y no seamos ignorantes, mantengamos nuestras dudas y reflexionemos prudentemente sobre lo bueno que sería para el Perú, conducir bien nuestra agricultura nacional. Muchos millones de compatriotas, están involucrados en esta actividad tan necesaria para nuestra alimentación y vida diaria. Acción conjunta para el desarrollo con cooperación y asistencia internacional, que no la pedimos por caridad, sino que por justicia nos corresponde. Los compromisos se cumplen. Necesitamos recursos adicionales en lo económico y en conocimientos
Relaciones Exteriores, MINCETUR, los gremios, las instituciones, la academia, deben sumarse e interactuar con el MIDAGRI.. Tienen una oportunidad única para dar un paso al frente y apostar por lograr una gran cooperación internacional, tejiendo redes, con una propuesta audaz, transformadora, democrática, con derechos humanos, inclusiva y ecologista que responda a los retos globales. Hay mucho en juego. La falta de capital humano y de incentivos para innovar está poniendo freno al ingenio e impidiendo que la región , y el Perú en especial, por su biodiversidad, su ubicación central en el Pacífico Sur y por la gran sabiduría ancestral de la primera civilización de América, se convierta en el hogar de la próxima gran invención disruptiva. La consiguiente disminución de la productividad también limita la reducción de la pobreza, obstaculiza la inclusión y aumenta la necesidad de bienestar. No se puede esperar. Reflexionen los políticos y a trabajar sin cesar. Tenemos que desarrollar una cooperación de todos con el mayor sentido de solidaridad humana. Ganamos todos
#JuandeDiosGuevara
1 comentario en “Una advertencia más, sí importa”
Muy bueno el título y el desarrollo del tema agrario en el país. Ojalá se mantenga el ministro Andrés Alencastre y logre sus objetivos. Creo que es una buena oportunidad de iniciar el desarrollo sostenido con tecnología del sector agrario en el país…
Imagino que no debe ser fácil mover toda la maquinaria interna del Midagri por la burocracia generada por gobiernos anteriores que aún permanecen en el ministerio. Los mejores deseos para que el ministro supere ese escollo.