VAMOS PERUANOS… ¡a ser competitivos!

Veo el comportamiento empresarial diariamente, desde hace más de 50 años, y lo he vivido en el Perú y en varios países del mundo. Negocios en sectores diferentes, pequeños, medianos, grandes, con éxitos, con fracasos. Y todos ellos hechos con personas. Algunas talentosas y otras menos. Y las personas, son seres humanos con una potencialidad infinita capaz de hacer todo el progreso que vivimos, como capaces de exterminar millones de seres humanos en tragedias que conocemos de nuestra historia. Por eso, la experiencia me afirma que lo más importante de todo el proceso económico de generación de valor, es la persona humana. Y por ello, aquel país, que capacite, que forme, que cultive, a su capital humano, será el que podrá brindar mejor calidad de vida a su gente

El escenario que se le presenta al Perú está marcado fuertemente por la relación entre los bloques económicos y en donde han quedado eliminadas las tradicionales ventajas comparativas, basadas en el uso de factores de producción abundantes y baratos

La modernización en esta economía global, requiere de nuevos métodos de gerencia de producción y de gestión tecnológica en la empresa, así como de la capacidad de incorporación de nuevas tecnologías y de procesos en la actividad productiva, lo que significa grandes desafíos en la búsqueda de racionalización, modernidad y competitividad, para lo que son indispensables la calidad y la productividad

La calidad y la productividad representan una nueva filosofía de gestión empresarial, que pretende conducir a todos los segmentos de la empresa a una postura en favor de las mismas, a través de un compromiso entre dirigentes y empleados, en todas las fases del proceso productivo, asegurando de esta manera productos y servicios eficientes, precios y disponibilidades adecuadas, totalmente orientadas a las aspiraciones del mercado

Es en este contexto que resulta necesario que el Perú desarrolle un Programa Peruano de Calidad y Productividad, que vaya en apoyo al Plan de Competitividad lanzado últimamente, que signifique una verdadera revolución cultural empresarial y que haga irreversible este proceso de liberalización económica y de inserción en la economía global, que contribuya a generar un sostenido desarrollo económico y social

Es necesaria e imprescindible la acción conjunta del sector público y privado, en esta cruzada a favor de elevar la calidad y productividad de nuestros empresarios a nivel nacional. Los resultados para nuestra sociedad serán magníficos. Los gastos en educación se consideran como inversión deducible del impuesto a la renta, por lo que una asociación público privada, puede hacer factible esta marcha de alfabetización empresarial, siglo XXI

Hay que generar conciencia, optimizar el uso de nuestros recursos, con conocimiento y aprovechamiento territorial de los mismos, hacer participar a los trabajadores en las discusiones técnicas y en los planes generales y en los beneficios de las empresas, ya que son factores de lo que es calidad y productividad, con plena consideración de la responsabilidad social y ambiental de su comunidad

El comportamiento humano en la organización (CHO), es hoy fuente de energía en todas las empresas competitivas. Y es tan cierto, que desde que lo asimilé en el curso de CHO en  la Maestría de Economía y Dirección de Empresas del IESE-Barcelona, allá por los lejanos 1974, cuando el Generalísimo Franco, Caudillo por la Gracia de Dios, gobernaba España (¡qué cambios globales desde aquella época, pero siempre vigentes los principios y valores!),  siempre he observado la correlación que existe entre el buen clima laboral con el éxito y fracaso de los negocios

Por lo tanto, es necesario dirigir no sólo con un objetivo económico que es la base de la continuidad de las empresas, sino también con un objetivo social que permita el desarrollo humano de sus componentes (crecimiento de la organización a través del crecimiento de las personas)

Ya no sólo resulta necesario dirigir cumpliendo las funciones básicas de la administración: planificación, organización, dirección, coordinación y control, sino también es vital el uso de las habilidades, hoy denominadas, blandas,  de liderazgo, motivación, autoestima, desarrollo de creatividad para una innovación permanente, trabajo en equipo, inteligencia emocional, saber escuchar, reconocimiento, delegación, comunicación, solución de problemas y toma de decisiones, acompañados de los valores éticos y morales, que hoy son desbordados, por la ambición del dinero, para lo cual la corrupción, la falta de cumplimiento a la palabra, la zancadilla, entre otros, nos ha envuelto en una ley de la selva, que los creadores de valor debemos rechazar rotundamente

Y para que esto se suceda, el de elevar la calidad y productividad de nuestros empresarios y de los que quieran serlo, es fundamental la capacitación empresarial en saber y cómo hacer, acompañados de principios éticos y valores morales, en todos sus niveles. No es dable, como algunas veces he observado,  lamentablemente, que gente muy capaz, por la ambición del dinero, pierda el rumbo, amistades, colaboradores leales, incluso hasta lazos familiares. El empresariado nacional, tiene que renovarse, refrescar conceptos de lo que significa la generación de valor, acompañada de principios y valores, y así poder ser ejemplo para la sociedad

Conceptos de inversión en recursos humanos deben ser considerados en nuevos conceptos de contabilidad social indispensables para enfrentar los desafíos de competitividad, que nos exige un país con rica historia, biodiverso, geopolíticamente en el centro del Pacífico sur, lugar dónde en la actualidad se genera más del 50% de los negocios en el mundo, bioceánicamente unido al centro del Atlántico sur, con la séptima economía del mundo, y así poder superar tantas desigualdades, que tenemos en el Perú, generando riqueza, valor,  por todo el país, y un mejor nivel de calidad de vida  a sus pobladores

Estoy seguro, que los gremios empresariales, sabrán liderar esta cruzada del conocimiento, de principios, de compromiso con los valores que distinguen a la especie humana, sobre las demás existentes, para elevar el nivel de calidad y productividad de todos nuestros empresarios, y de toda nuestra clase trabajadora. Hecho por el cual, muchos los apoyaremos, para el éxito de la campaña que se propone.

Es hora, de ayudar al crecimiento de las personas, no todas han tenido la oportunidad de capacitarse, formarse, estudiar y competir en el extranjero. Hay que ayudar a cerrar esta brecha, económica y social. La mayoría de nuestro empresariado está hecho por su iniciativa propia, por su intuición y sus ganas de ganar el necesario pan diario.

Con los métodos educativos modernos, el desarrollo tecnológico, la infraestructura existente, los conocimientos y la valiosa información disponible, se puede transmitir los conocimientos y los valores éticos y morales, para elevar el nivel de calidad y productividad de nuestro empresariado nacional.

Y cómo estas capacitaciones, con visión al futuro,  se deberán realizar permanentemente, como grandes marchas, cruzadas, en una labor de apostolado, porque así tendrá que ser, con concursos regionales y nacionales sobre resultados, se podrá hacer la gran revolución cultural empresarial, que necesita el país, que generarán cambios positivos, con el  incremento sustantivo de  la competitividad del país, ya que la suma de la calidad y la productividad, representan a la competitividad.

Y un país más competitivo, da un mejor nivel de vida a sus integrantes

By Visión al Futuro