Estamos viviendo una larga cuarentena, y ahora después de esta experiencia inédita para casi todos los habitantes del planeta, con el optimismo inherente, propio a la resiliencia humana, ansiamos ya el desescalamiento, conscientes de que la estrategia de reapertura, debe ser una liberación escalonada basada en los sectores económicos, para volver a trabajar, volver a nuestras empresas, volver a interactuar con nuestros colaboradores, y en fin, regresar a nuestras actividades como “normalmente” antes lo era, porque en este confinamiento, hemos sido obligados por nuestra propia salud a vivir en cuarentena, no sólo en el Perú, sino a nivel global, y ya queremos volver para generar valor y reconstruir nuestra economía deteriorada, por esta parada obligatoria
Pero ahora el mayor reto con el que nos enfrentaremos todos en el país, es cómo encontrar el equilibrio adecuado entre la prevención de los daños causados por el COVID-19, más los que se pueden generar, -hasta que no se encuentre la vacuna y se distribuya a nivel global-, y los daños derivados de una grave contracción de la actividad económica. Por lo que estas estrategias para encontrar el equilibrio, deben tomar en cuenta factores epidemiológicos, sociales, éticos, económicos, comenzando por los sectores que tienen menos probabilidades de reactivar el virus. Y esto implica obviamente, una responsabilidad individual y colectiva
Este COVID 19 ha afectado a gobiernos y empresas por igual con una disrupción y riesgos sin precedentes. Ha significado una variable incontrolable, con resultados catastróficos, al ver las cifras en prospectiva Ha afectado a todo tipo de empresas y tamaño, a nivel mundial, lo que ha significado el cierre total o parcial de muchas de ellas, por el impacto en el mercado y sus ventas, por la reducción de la productividad ante la escasez de mano de obra, y por la falta de liquidez en el ámbito financiero, principalmente
Ahora, ¿cómo responder a la crisis en una empresa? Lo primero que se nos ocurre, es procurar la continuidad del negocio, realizando un plan para superar la crisis, pero ¿cómo hacer un plan, ante un escenario tan incierto? Sabemos que las cifras de contagiados, de víctimas, de recuperados, aumentan continuamente. Igual sabemos de países que han controlado la epidemia y han empezado el desescalamiento, pero no sabemos en realidad si va haber una recaída y reactivación de la epidemia. Tampoco sabemos la disponibilidad y motivación de nuestros colaboradores, cómo la de nuestros proveedores, ni las disposiciones que tome el gobierno, ante este grave problema sanitario, que representen nuevas interrupciones. No contamos con una experiencia sistematizada con resultados positivos en el manejo de este virus, a nivel global
Por lo que, lo primero que debemos concentrar nuestros esfuerzos, es en asegurar la liquidez y el capital de trabajo necesario, asegurar las personas claves en la marcha de la empresa, cómo hacer un equipo de manejo de crisis, que con toda la flexibilidad posible, tome las decisiones adecuadas rápidamente, para estabilizar el golpe, y empezar el proceso de recuperación, que significará con seguridad, cambios en los ingresos, y en muchos casos hacer la reingeniería respectiva, con innovación, porque hay que crear o morir, para lograr generar fuentes de ingreso alternativos, en la administración de un negocio limitado y restringido por la coyuntura que nos toca vivir. Igualmente, con toda la flexibilidad posible, habrá que ejercer el cambio, adaptándose a los nuevos protocolos de seguridad y salud en el trabajo que dispondrá el gobierno
Superada esta difícil etapa, debemos reformular los objetivos y visión al futuro de la empresa, debemos replantear las estrategias que nos lleven a nuestros objetivos, sean estos los que con seguridad hemos rescatado, y los nuevos que hemos apreciado y empezado a desarrollar, transformando los procesos y la organización para que estos sean alcanzables
Ahora, para lograr esta recuperada de timón, e ilusión como motivación para emprender esta “nueva normalidad” debemos contar con un liderazgo en acción, que resulta ser la capacidad de convocar a los demás en la búsqueda del objetivo que se quiere lograr. Y ahí, la capacidad de comunicar, motivar, saber escuchar, trabajar en equipo, reconocer, lograr empatía, entre otras habilidades blandas, serán imprescindibles para lograr el equilibrio, que lleve a un clima laboral, de que sí se puede
El líder que procure respuestas efectivas a su esfuerzo, deberá preocuparse de la salud y seguridad en el trabajo de todos sus colaboradores. Deberá considerar la nueva demanda del mercado, para saber poder atender requerimientos, que en algunos casos podrá sobrepasar su capacidad de oferta, cuidando y velando por la protección de sus clientes y la imagen de su marca. Igualmente debe atender y reforzar su cadena de suministros, considerando las nuevas restricciones aparecidas en el comercio global. Por lo tanto, tendrá que gestionar los riesgos, que cómo sabemos, algunos son controlables, y otros no
En esta vuelta al trabajo, el líder moderno, tendrá obligatoriamente que hacer uso de la tecnología y seguridad de la información. En esta cuarentena, la humanidad se ha visto obligada a acelerar su historia, y las innovaciones y avances tecnológicos, que se pensaba se verían en el 2030, hoy en el 2020 y en los cercanos próximos años se verán y se usarán masivamente. Consecuentemente, ante el avance de las tecnologías de información y comunicación, la informalidad se irá reduciendo, por lo que la atención a las obligaciones legales, ante un mayor control, y acceso a alguna facilidad, será vital
El comportamiento humano en la organización será fundamental para lograr la productividad debida, entonces la gestión del personal, para lograr el capital humano necesario, -el más importante en toda organización-, tendrá que ser priorizado. Igual, la responsabilidad social, en este momento requerido de solidaridad, debe estar en agenda, para ayudar al entorno, donde se encuentre la ubicación territorial del ejercicio cotidiano de nuestras actividades, así como el acatamiento y promoción de las disposiciones del gobierno, que con seguridad se darán en beneficio de la colectividad
Para que toda esta vuelta al trabajo sea posible, coincidiremos en que la gestión financiera, resulta indispensable, ya que sin liquidez, que es el medio de cambio por excelencia, muy poco se puede hacer. Así es que a estar atentos y hacer uso de las facilidades financieras que en sus distintos programas de reactivación económica, ha puesto el gobierno a disposición. En toda crisis, hay caos y oportunidades, por lo que saber manejar el descontrol y saber aprovechar las oportunidades, apuntarán a la recuperación de la creación de valor, ya sea invirtiendo en las oportunidades que se presenten si es que se dispone de los recursos para hacerlo, cómo en la búsqueda de inversionistas, para reforzar y/o escalar el emprendimiento que esté en marcha o se desee realizar
No olvidemos, que en esta vuelta al trabajo encontraremos un mundo muy diferente al que conocíamos hace pocos meses, con serias limitaciones para reunirse y desplazarse, con nuevas normas con respecto a higiene y cuidado personal, con las facilidades del teletrabajo que ha venido a establecerse, en un mundo mucho más digital y con más comercio electrónico
Es visible, que viviremos un mundo más keynesiano, y menos friedmaniano, con un mayor control sobre nuestras economías. Restaremos libertades individuales para asegurar el bien común, cómo tomaremos conciencia de la importancia de la distancia social, haciéndonos menos expresivos, pero no menos afectivos, ya que ello lo llevaremos en nuestro equilibrio espiritual, que debemos alcanzar.
Con seguridad, SÍ SE PUEDE, y si consideran necesaria nuestra capacidad de colaboración, quedamos a disposición en www.visionalfuturo.com
By Visión al Futuro
2 comentarios en “Volviendo al trabajo”
Me parece muy bien sustentado, lo que está algo fuera de lugar, a mi parecer, es haber etiquetado el nuevo comportamiento como más Keinesiano, pues ahí de saque te ganas la animadversión de los Friemanianos. Podrías haberlo sugerido sin necesidad de ser tan explícito; salvo mejor parecer.
Te felicito JdD, buen análisis. Solo te faltó dedicar unas líneas al lado social, quizás no pertinente en tu enfoque, pero que no se puede dejar de lado. Al tratar la reactivación del país, reinventarse, cambio de hábitos y volver al trabajo vs la pandemia, la cuarentena y su consecuencia no solo en las reservas, medidas y apoyo social del gobierno y lo mismo en el flujo de caja, costos e ingresos de las empresas, que están muy impactados, olvidas a la demanda, conformada mayormente por una población vulnerable 70% informal, sin ingresos, con mucho hambre, sin refrigerador, obligada a salir a comprar a diario en mercados infectados, que son los consumidores de los productos y servicios (buenos o malos) . Sin demanda no hay oferta que funcione. El 30% formal no será demanda suficiente, excepto para las empresas exportadoras, que deberían actuar como motores o»polos de reactivación». Soy ecléctico, sin color político, que busca la felicidad y el bienestar común, pero práctico. El estado y la empresa deben abrir la economía reinventándose, asegurando ingresos a la población, con tecnología, sin corrupción y con mucha solidaridad, sino lo siguiente es el descontrol, caos y violencia por hambre que va a matar más gente que esta y las futuras pandemias que podrían aparecer. Finalmente si el estado es ineficiente, sin infraestructura de salud y ejecuta mal sus buenas intenciones sociales en una población no solo hambrienta sino indisciplinada, el resultado sanitario será peor que España e Italia. Soluciones futuras, invertir en educación y salud por lo que no se hizo en 60 años, pero tarda generaciones. En paralelo innovar, usar tecnología e invertir en obras productivas, sin demagogias ni burocracia. Que Dios ilumine a nuestros gobernantes (anteponiendo el bienestar nacional a sus intereses políticos), a nuestros empresarios (solidarios) y nuestra población (que acate normas elementales).