Difícil situación la que nos toca vivir, la cual se suponía iba a llegar, por la decadente clase política, que venimos sufriendo desde hace varios años, con el triste registro peruano, de haber tenido 7 presidentes durante el período 2016-2023. Qué país puede pretender desarrollarse con tal inestabilidad, y con los mismos actores, que en permanente pugna por espacios de poder, no nos permiten la sana pretensión de tener perspectivas futuras
En consecuencia la sociedad lo sufre, 6 de cada 10 jóvenes quieren irse a vivir fuera del Perú. La recesión económica, incrementa la inseguridad alimentaria, la desnutrición crónica y la anemia, teniendo en consecuencia una cada vez mayor inseguridad ciudadana. Es triste, frustrante e indignante, vivir sufriendo años, esta ambición desmedida de poder, capturando instituciones, negociando sin escrúpulos por obtener más ventajas para lograr cuotas de poder que les permitan obtener más beneficios personales, sin importarles las consecuencias en la sociedad
En una coyuntura así, la confianza se pierde, las inversiones se retraen, los puestos de trabajo se eliminan, la informalidad y la inseguridad ciudadana avanzan porque hay que comer todos los días, los ingresos fiscales disminuyen, y otra vez el círculo vicioso del camino al caos, en una involución constante, que no se sabe adónde nos podrá llevar
¿Cómo superar esta crisis con la manifiesta debilidad institucional, que nos impide construir una verdadera democracia? ¿ Cómo sacar a estos actores que no quieren entender que no se les quiere, que se les rechaza, se los desaprueba, en un alto porcentaje, más de 9 de cada 10 peruanos, y no tienen la mínima dignidad de renunciar, ante tal rechazo, y ante tan malos resultados económicos sociales obtenidos?
Esta falta de confianza que se ha generado en el Perú, se debe a esta mala clase política, a este incremento de la informalidad, de la corrupción, que se ve reflejado en el incremento de capitales a corto plazo, que están saliendo del país.
El rechazo es generalizado, se escuchan voces de protesta del sector privado, a través de declaraciones personales, de altos ejecutivos de grandes empresas, y algunos tibios comunicados de los gremios empresariales, en un momento de definiciones. Hasta el conservador diario El Comercio, escribió un editorial “Terremoto en el Ministerio Público”, que significó que el humorista gráfico Heduardo, lo resaltara con un irónico “Bienvenidos, al mundo caviar”
Los exministros de economía nos dicen: Alonso Segura manifiesta que “esta crisis institucional, hará que siga cayendo la inversión privada”. Miguel Castilla, por su parte afirma que:” Tenemos un gobierno precario y congreso prepotente y abusivo que no le interesa nada”, también señala: “el incremento del presupuesto del Congreso en un 23%, destaca una desconexión con la realidad nacional y un enfoque en clientelismo”. David Tuesta, a través del informe de inversión pública a noviembre 2023 del Consejo Privado de Competitividad que preside: “Situación crítica: Los 5 gobiernos locales con mayores recursos para obras deben multiplicar 14 veces su ejecución mensual promedio en diciembre para ejecutar el 100% de sus recursos”. Crisis completa. Ineficiencia e ineptitud a raudales
Adicional, estos chats que han dado a conocer luego del allanamiento a las oficinas y viviendas de los asesores de la Fiscalía de la Nación, incluyendo audios reveladores de negociaciones propias de una organización criminal, pareciera que es un misil a la línea de flotación de esta clase política. Hacen recordar a los “vladivideos”, y se supone traerán las mismas consecuencias del 2000. Esto ya es insostenible.
Los colectivos organizados están convocando a marchas en la calle, por el aniversario de gobierno de Dina Boluarte, ante” el golpe” absurdo de Castillo, las cuales se verán potenciadas y alimentadas, por esta tremenda crisis política. Veremos si la calle que está muy calma, se hace notar. Y si no lo hiciera, habrá que analizar que espíritu anglosajón se ha apoderado de nuestra población, para haberla vuelto tan flemática Y si así lo hiciera, que es de suponer, qué pasos seguir para una transición en paz y coherente, para no seguir afectando aún más la precaria situación económica de la gran mayoría de nuestra población
Ante estos posibles cambios, debemos ser conscientes, que si no crecemos a un ritmo de por lo menos del 6%, no tendremos la capacidad de generar suficiente empleo, por lo que las perspectivas futuras serán cada vez peores. Para que eso suceda, necesitamos estabilidad política, para que haya confianza, y si la hay, vendrá la inversión privada, nacional o extranjera, por la cantidad de potencialidades económicas que existen en nuestro vasto territorio
Necesitamos también capital humano que sea competitivo con alta productividad y calidad, para lo que se requiere salud y educación de alto nivel, de lo contrario no tendremos capacidad de competir. Es fundamental mejorar nuestra infraestructura para comunicarnos, integrarnos de la mejor manera, para que todos estemos incluidos en la prosperidad que podemos generar, si todos juntos así lo decidiéramos.
Necesitamos liderazgo, que consiga la cooperación de los demás para el objetivo anhelado, de poder ser una sociedad feliz, en armonía, en este corto espacio de tiempo que nos toca vivir. El libre mercado que hoy impera en el mundo, nos exige capacidad de competencia, y de cooperación, lo que significa saber adónde vamos, sabiéndolo hacer y queriendo lograrlo, en plena economía del conocimiento
¿No podemos conversar y hacer un esfuerzo de pensar en serio cómo podemos hacer mejor este país, aprovechando todas las enormes potencialidades que poseemos, por nuestra gran biodiversidad, rica historia y ubicación geográfica privilegiada?
No nos engañemos, no tapemos el sol con un dedo. Todos estos esfuerzos, que se aprecia lo realizan, como el Plan Unidos, el congreso de CEPLAN para proyectarnos al 2050, la misión de ProInversión que promueve 55 proyectos APP por US$15.000 millones en China, Corea del Sur y Japón, resultan estériles, por ser esfuerzos aislados a una realidad concreta en la que vivimos. Que proyección hacia futuro puedes hacer con esta inestabilidad política, que no sabes que va a suceder mañana, qué inversionista va a venir en un marco de inseguridad jurídica, con recesión económica, y próxima llegada del Fenómeno del Niño
El cambio sólo será posible con el pequeño esfuerzo de todos y no con el gran esfuerzo de pocos. ¿Algún día podremos lograr ese consenso, para ese esfuerzo conjunto, por nosotros mismos, y por nuestras generaciones futuras? Ojala que sí.
Por ahora, para superar estos momentos de tanta indignación y frustración, habrá que combinar la relajación con la actividad
«La vida no merece que uno se preocupe tanto». Marie Curie
#JuandeDiosGuevara