Recibo comentarios sobre mis últimos artículos, referidas al Perú y su ubicación en la Cuenca del Pacífico, lugar dónde se desarrolla más del 50% del comercio mundial. En algunos casos, con expresiones motivadoras, “de que hay que empezar ya”, y “¿cómo y con qué lo hacemos?”, y en otros, “soñar no cuesta nada”, “que eso ya se verá”, “eso lo verán, si lo ven, nuestros tataranietos”, “qué estamos en el Perú, y acá no se hace nada”, y también de los que no está en su dimensión de pensamiento, por lo que no lo visualizan. «Todo aquello que el hombre ignora, no existe para él…Por eso el universo de cada uno, se resume en el tamaño de su saber» (Albert Einstein)
Repasemos, en mis últimos artículos, dentro de otros, he escrito sobre nuestra ubicación en el centro del Pacífico Sur, con un Mega puerto a inaugurarse en noviembre durante la reunión de APEC, en su primera etapa; una modernización del puerto del Callao; la nueva ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez; el Parque Industrial de Ancón; la Ciudad Bicentenario. Los corredores económicos a desarrollar: norte-sur, este-oeste; que estamos entre dos países BRICS, Brasil y China; la cada vez mayor presencia China, en el Perú ante el desagrado de USA; la posibilidad de desarrollar otro Mega puerto al sur del país, Corio, para que inversionistas USA, puedan balancear la presencia china; atraer a los demás países con TLC, que vengan a aprovechar, la pelea por el medio campo de Sudamérica de estas grandes potencias, con inversiones conjuntas, aprovechando su ciencia, tecnología, investigación, desarrollo e innovación; la participación y potencial aprovechamiento de nuestra ubicación central consolidada por China en su proyecto del siglo XXI One Belt One Road (OBOR), la Nueva Ruta de la Seda, en países en las costas del Pacífico, en la APEC, en la CPTPP, en la Alianza del Pacífico, en la CAN, y en tantos otros acuerdos comerciales, de países más lejanos, del lado del Atlántico, de preferencia Europa, por los fuertes lazos desarrollados en el tiempo, que cubren más de la mitad de la población mundial; nuestras bajas cifras en volumen de comercio exterior frente a países vecinos, sin tantos recursos, como los que tenemos; la necesidad de atraer inversiones; nuestra falta de infraestructura; el crecimiento hacia afuera; la creación de empresas competitivas; las zonas económicas especiales; la formación de recursos humanos, para optimizar la gestión, de lo mucho que hay por hacer, y beneficios por lograr
Todo ello, nos va a dar escenarios futuros distintos, que dependerán de que bien y que pronto lo hagamos. Por eso es importante para los que nos gobiernan, cómo para la sociedad en su conjunto, hacer el ejercicio de percibir el futuro, estudiar los futuros posibles, los probables y los deseados. Todo ello, significa hacer prospectiva, un adjetivo que se relaciona con el futuro, de conocer inteligentemente lo que ocurrirá en forma anticipada, de visualizar en forma bastante cercana lo que puede suceder en el futuro
Cómo dice el viejo proverbio chino: “Un largo viaje, se inicia con un pequeño paso…”, y el pequeño -gran paso-, nos lo ha dado esta inversión privada chino-peruana, con el proyecto del puerto de Chancay, que significará la llegada de barcos gigantescos, que necesitan un gran calaje como el de Chancay, para arribar, y traer y llevar carga hacia puertos asiáticos directamente, reduciendo en 15 días el viaje y evitando el coste que hemos venido haciendo, de ir caleteando hasta Manzanillo (México) y/o Long Beach (USA), que tienen esa capacidad de recibir esos buques gigantescos, en el Pacífico Norte, para cruzar hacia el Asia, impidiendo el envío de algunos productos, por el tiempo de arribo.
Chancay va a ser el único puerto en el Pacífico Sur, capaz de recibir ese tipo de portacontenedores, por lo que buques de menor tamaño de países vecinos, tendrán que venir a traer su carga a Chancay, para exportar o importar su mercadería hacia los países asiáticos. Va a ser un gran impulso a la economía nacional. Una pronta realidad, por lo que, ¿cómo nos organizamos para lograr el mejor aprovechamiento de este sostenido movimiento comercial, por esta ruta marítima, y sus proyecciones? ¿Qué objetivo tenemos? ¿Cuál es el plan para lograrlo? Hay que organizarse para dar respuestas y acciones a algo que ya pronto será una realidad
Planes diversos seguramente deben haber hecho, por lo que será bueno comunicarlos, presentarlos, debatirlos y analizar cómo se puede mejorar su interrelación, su conectividad, con el país, a la hora que más de dos mil camiones salgan y regresen a Chancay, y los trenes desde Brasil empiecen a hacer el ida y vuelta. En fin, es tanto lo que se nos viene. Imaginemoslo. ¿Cómo se pueden acelerar los planes del segundo componente del Mega puerto, el desarrollo de polos tecnológicos, industriales y logísticos, destinados a dar mayor valor a los productos para exportación a embarcar por ese terminal portuario? y entonces, ¿qué tipo de empresas, líneas de negocios, traer, asociar?, ¿qué servicios son necesarios?, ¿con que recursos humanos contamos?, ¿Cómo va a ser eldesarrollo urbano, el desarrollo territorial, la Zona Económica Especial?, tantos temas para un gran debate de consenso nacional, y si no lo han hecho, se deben hacer de inmediato, para buscar el consenso nacional, a través del Acuerdo Nacional y actuar de inmediato, con visión al futuro, pero primero, para su factibilidad, hay que organizarse, para lograr el gran debate nacional, articulando con instituciones, definiendo cuanta gente y quienes lo van hacer, con cuántos recursos, y en cuanto tiempo. Comunicarlo e internalizarlo a la población, para involucrar a la misma, será necesario hacer. Les dará el optimismo de la visión de un país con futuro. La oportunidad ha llegado. Es el Perú, señores…
La prospectiva la hacen los economistas, los científicos sociales, estudiando las causas técnicas, científicas, económicas y sociales que van acelerando la evolución del mundo moderno, cómo estudiando a su vez, la previsión de las situaciones que podrían generarse como consecuencia. Prospectiva proviene del latín prospectivus, que significa “prever” o “mirar hacia delante”. Hagamos un Centro de Desarrollo Estratégico, para hacer la prospectiva debida, y no perder más tiempo. Recuerdo hace 30 años, un titular en la prensa peruana “Perú podría ser el puente en el comercio de Brasil con Asia”, de acuerdo a una entrevista, que me hicieran por aquella época, cuando no había nada, ni la Interoceánica, ni el eje intermodal norte, ni el proyecto del tren de Brasil al Pacífico, ni Chancay, ni Oficina Comercial del Perú en Brasil. Era ver el mapa, las cifras, y predecirlo. Eso fue hacer prospectiva. No perdamos más tiempo
Ese mirar hacia adelante, permite a estos visionarios predecir tendencias, pequeñas, medianas y grandes, que al cotejarlas al paso del tiempo, observas que lo que anticipadamente advirtieron, hoy son realidades. Entonces, es bueno ser advertido, y preverlo
Hoy, lo que vivimos fue avisado años atrás. Los países que hicieron caso al aviso, países nórdicos, países asiáticos en especial, hoy, son las sociedades más prósperas y desarrolladas. John Naisbitt, en su libro Megatrends 2000, (Grandes tendencias al 2000), escrito en 1990, predecía que pasaríamos de la sociedad industrial a la sociedad de la información; de la economía nacional a la economía mundial; del corto plazo al largo plazo; de la centralización a la descentralización; de la ayuda estatal a la autoayuda; de la democracia representativa a la democracia participativa; de las jerarquías a las redes. Alvin Toffler en libros como El shock del futuro (1970) y La revolución de la riqueza (2007), así como Herman Maynard y Susan Mehrtens en La cuarta ola (1996), vislumbrando el futuro, anunciaban cambios en la demografía y, consecuentemente en los estilos de consumo. Inseguridad urbana. Poder de consumo de los adolescentes. Comidas preparadas, al vacío, congeladas, etc.
Vislumbraban avances tecnológicos, cómo la invasión de las tecnologías de información y de multimedia. Advenimiento de la autopista electrónica. Domótica (residencia automatizada), marketing directo, entrega a domicilio. Microempresarios en productos de alta calidad. Presencia virtual a través de las telecomunicaciones. Impacto de la biotecnología, de la fibra óptica. Culto por los productos sin grasa y rechazo por lo graso. Surgimiento del culto a la forma física y a la delgadez. Valorización de la carne con bajo contenido graso, de los menús dietéticos, de la verdura. La cultura de la verdura y los alimentos anti cáncer.
Estancamiento de la materia prima y surgimiento de la materia gris. Materiales clásicos versus materiales compuestos. Desarrollo de los servicios de alta calidad. Estancamiento cíclico de los recursos naturales. Estrategia del valor agregado (segunda y tercera transformación). Fastidio del contribuyente y de las clases medias (la informática te registra todo, no es fácil evadir). Retiro del Estado, privatización. Adelgazamiento de las grandes organizaciones a través de los subcontratos, outsourcing. Visión naturalista. Respeto del ecosistema y desarrollo durable. Lucha entre lo químico y lo biológico. Retorno hacia los valores espirituales. Multiplicación de las sectas religiosas. Medicina tradicional, plantas medicinales, Respeto del sabor indígena, del sabor nativo
Todo esto, es lo que estamos viviendo, y se vienen más cambios, con las innovaciones tecnológicas. Por ello, es que nosotros debemos dibujar los diversos escenarios, que se nos vienen, como consecuencia de este Mega puerto. Todas estas Mega tendencias que visualizamos hacia futuro, nos deben llevar a reflexionar, para convertir estas situaciones de la mejor manera, y no ver el futuro apocalípticamente, de que estamos muy atrasados, y ya no hay nada qué hacer, sino como una oportunidad. Tener una visión optimista, a futuro, nos permitiría poder controlar mejor el destino, adoptando una visión con los objetivos a corto, mediano y largo plazo a alcanzar y de ahí realizar la misión que nos permita convertir nuestros sueños en realidades.
Hay que regalarnos un Centro Estratégico de Desarrollo, para hacer los planes, en dónde se vea el “Mapa del Tesoro”, y la “Hoja de Ruta” a seguir, para que nuestras generaciones futuras, vivan en prosperidad y felicidad, con un desarrollo sostenible
“Los pesimistas tienen razón: sólo los optimistas cambian el curso de las cosas. Cuando hemos identificado una fuerza viva, un dinamismo, una actitud favorable, se vuelve posible no ceder ante el fatalismo. Cuando se ve claramente una acción a seguir, el porvenir parece menos lúgubre”. Bertrand Blanchet
#JuandeDiosGuevara