Sin educación, no hay evolución. Y cuando no se evoluciona, se sucede lo contrario, la involución. Y esta mala educación, sin formación alguna, sin cobertura a nivel nacional, nos ha dado una sociedad que ha ido retrocediendo, infestada de una corrupción degenerativa en todos estos 200 años de historia, (recomendable leer un clásico: “Historia de la Corrupción en el Perú” de Antonio W. Quiroz).
Una sociedad con carencia de principios y valores en su gran mayoría, de una ignorancia alarmante, y cómo consecuencia hoy en día, tenemos una presidente que más de 9 de cada 10 peruanos no la quiere, por no tener capacidad de estadista, de lideresa, requisitos indispensable para gobernar este complicado país, con un primer ministro, con ínfulas de autoritario, de hombre fuerte, de que no le van a temblar las manos, causando aclamación y vítores de los que quieren mano dura, sin tener conciencia, que esos métodos, en la comunidad democrática de naciones en que convivimos en el siglo XXI no lo acepta
Esta mala educación, nos ha llevado a tener un Tribunal Constitucional monitoreado por intereses y que no convoca a todos sus miembros, para hacer lo turbio, realidad, tal como lo lograron hacer tres de sus miembros; un Congreso en que más de la mitad de sus integrantes tienen pendientes con la justicia, y un altísimo porcentaje de congresistas, alejados de la realidad del país ,por desconocimiento, debido a su mala educación; una fiscalía manejada por el poder político, haciendo y canalizando las denuncias, cómo les da su real gana; unas Fuerzas Armadas mal preparadas, que cuando se les ha pedido su apoyo para poner orden, sus miembros utilizando las armas que la sociedad les ha dado para protegernos, acabaron matando a inocentes; una sociedad llena de corrupción, delincuencia y sicariato
Nuestro bajo nivel educativo se observa en los partidos políticos que tenemos, todos con problemas pendientes con la justicia, con organizaciones y una calidad de cuadros, de un nivel muy poco competitivo
Esta educación mercantilizada, con acceso a una buena educación sólo para algunos, que encima se acaban yendo del país, nos ha dado como resultado, un sistema de salud ineficiente, paupérrimo en muchos lugares de nuestro extenso país; unos medios de comunicación subordinados a los intereses políticos de sus dueños, y que no educan, no forman, sino todo lo contrario, haciendo mucho daño a la población
Un fenómeno del Niño que históricamente nos azota, año tras año, y por esa mala educación, no hacemos las defensas debidas, con su adecuado ordenamiento territorial, por mala capacidad de gestión y por la calidad de los que egresan de estas universidades de medio pelo que han invadido nuestro país
Por no tener una buena educación, convivimos entre el reconocimiento mundial de una buena gastronomía, por la calidad y diversidad de productos de nuestro mar y nuestra tierra, y una sociedad en que más de la mitad de su población, el 57%, tiene la más alta tasa de inseguridad alimentaria en Sudamérica. Algo así cómo: “Miras, pero no comes”. “Se mira, pero no se toca”. Consecuencia, más delincuencia
Esta mala educación que venimos arrastrando de tiempo atrás, tiene consecuencias, las cuales vivimos y sufrimos diariamente, por la falta de competitivos cuadros profesionales, en todos sus niveles, lo que nos ha llevado a encontramos en medio de una economía recesada, generando toda esta desesperanza, que hace que el número de peruanos que se van fuera se incremente diariamente, perdiendo todo lo que se invirtió en ellos, para construir nuestro futuro. Pero encima, si reclamas, y protestas, te reprimen y te incrementan las penas
La mala educación se refleja en que el Perú siempre ha respetado lo que ha suscrito, tal como lo demuestra nuestra historia diplomática durante 200 años, y ahora no lo ha hecho. Porque la organización del poder político ha priorizado los intereses personales sobre los del país, sin importarle las consecuencias negativas que se van a derivar a la sociedad en su conjunto. Han liberado a un preso, que la CIDH había advertido, que se abstenga de liberarlo, calificando el fallo del Tribunal Constitucional como «abierto desacato» a dos resoluciones de la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta liberación del reo abre un frente diplomático entre Perú y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El hecho ha tenido eco en la prensa internacional, y ya hay pronunciamientos, como el de la asesora principal, Jo-Marie Burt, de la Oficina en Washington sobre Asuntos Latinoamericanos (WOLA) que expresó su rechazo a la medida adoptada por el Tribunal Constitucional (TC) a pesar de la negativa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo que considera que el Perú, se pone a la par con Venezuela y Nicaragua por incumplir recomendaciones internacionales.
Por su parte la Comisión Episcopal de Acción Social, publicó: «En estos momentos que vivimos en el país, un #indulto, como el que se ha dado, es una cachetada al país, que nos duele en el alma…» Mons. Pedro Barreto, Arzobispo Metropolitano de Huancayo y Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
De inmediato, la CIDH se pronunció: «La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechaza la decisión de Perú que ordenó la libertad al expresidente Alberto Fujimori, quien cumplía una condena por graves violaciones a los derechos humanos. Esto, en contravención de las obligaciones internacionales del Estado y en incumplimiento de las órdenes emitidas por la Corte IDH»
Adicional a deteriorar aún más, nuestra alicaída imagen internacional, afectando el clima necesario para la atracción de inversiones, se puede complicar el ingreso del Perú a la OCDE, se puede frenar el TLC con la Unión Europea que tiene una cláusula de cumplimiento en materia de DDHH, y esperemos que más nos depara, este abierto desacato, que el Canciller, -el mismo que ha hecho un homenaje a Kissinger, considerado directamente responsable de la muerte de millones de personas en todo el mundo. que ni los expresidentes de USA fueron capaces de hacer, resultando ser la única cancillería de Sudamérica, que sí le rindió homenaje-, afirmó: “que el cumplimiento de sentencia del Tribunal Constitucional de modo alguno desconoce obligaciones de tratados internacionales”. Difícil de entender, no cumplo, pero no desconozco (¿?)
Existe mucho atraso y pobreza, que se pudiera superar atrayendo inversiones, por la enorme cantidad de oportunidades que ofrece nuestro país, pero con esta breve fotografía de nuestra realidad nacional que cualquiera que va a arriesgar su dinero, evaluará, uno se pregunta, si alguien será capaz de aventurarse a invertir aquí, y en este momento. Ojalá que así sea, pero el sentido común, me dice que no se va a suceder. Mucho daño, por la falta de una buena educación nos estamos dando
Pero si todas las consecuencias del ayer que las vivimos en el presente, no fueron de lo mejor, con los resultados de la prueba PISA 2022, tampoco podemos visualizar un futuro mejor. Según estos resultados, el 66 % de los estudiantes peruanos son de bajo rendimiento en conocimientos matemáticos, frente al 31 % de los de la OCDE. La clasificación es en seis niveles y solo el 34 % del alumnado peruano alcanzó al menos el nivel 2 de competencia. En la OCDE llega al 69% y en los países asiáticos esta cifra es mayor del 85 %
El estudio internacional señaló, además, que el Perú tiene el doble de estudiantes de bajo rendimiento en matemáticas, lectura y ciencias que la media de los países de la OCDE. Solo el 1 % del alumnado peruano obtuvo una calificación de alto rendimiento en lectura. En lectura son el 50 %, y el 26 % en la OCDE, mientras que en ciencias la cifra se ubica en el 53 %, frente al 24 % en esa organización. En cuanto a otros aspectos, en 2022 el 23 % del alumnado peruano afirmó que no estaba satisfecho con sus vidas, frente al 14 % registrado en 2018. Es decir, la sensación de descontento aumentó. Estas marcadas diferencias con la media de los países de la OCDE, nos quitan esperanzas de tener capacidad de competir en el mundo hacia futuro
Sin embargo, ante ello, el Congreso ratificando la ineptitud de sus miembros, por su mala educación, de espaldas a nuestras necesidades, autoriza el reingreso de 14 mil docentes sin evaluar, está procurando eliminar la exigencia de saber el inglés para poder ser bachiller, cómo ya logró eliminar la exigencia de un «trabajo de investigación», para así poder continuar con esta educación sin calidad, poder seguir manipulando a la mayoría, y seguir en este atraso, y retroceso continuo.
Deberían aprender del ejemplo de Finlandia, la sociedad más feliz del mundo por 6 años consecutivos, que tiene entre sus principales fortalezas, a la educación que garantiza iguales oportunidades de estudio para todos, independientemente de su situación socioeconómica. En lugar de fomentar las comparaciones y la competencia entre los alumnos, la escuela básica se dedica a apoyarlos y orientarlos como individuos. Sin una buen sistema educacativo, seguiremos involucionando, como lo venimos haciendo
Hasta cuándo vamos a soportar esta catástrofe política, económica, social. Sólo la población sabrá cómo escribir su historia. De ella, depende. Buena suerte
#JuandeDiosGuevara
1 comentario en “Hasta cuando”
Pienso lo mismo,desgraciadamente los peruanos olvidan y recuerdan las cosas buenas como luchar contra el terrorismo,en realidad es una obligación de un mandatario,les da pena la salud de Fujimori y aprueban su salida de la cárcel,así,todos son perdonados y no hay castigos a los hechos delitivos.