“Aquicito nomás…”

El agua es indispensable para la vida. El tema está en agenda, por lo que cuestiones relacionadas con el agua mundial, visibilizando lo invisible, inspirando, impulsando y respetando el valor del agua, se han contemplado durante la Semana Mundial del Agua de 2022 (del 23 de agosto al 1 de septiembre), que se ha realizado en Estocolmo, Suecia. Definitivamente, sin agua no hay vida; sin agua no hay salud; sin agua no hay desarrollo; sin agua no hay bienestar. Debatir, concienciar, aunar esfuerzos y emprender acciones positivas para entender el verdadero valor del agua ha sido el objetivo primordial de las sesiones presentadas durante el Foco en las Américas, durante la Semana Mundial del Agua del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI, por sus siglas en inglés). Y ya se está preparando con los datos abiertos de la FAO, como AQUASTAT y la base de datos de sensores remotos WaPOR sobre la productividad del agua en la agricultura, que ayudan a los países a monitorear el ODS 6.4, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2023 para acelerar el progreso hacia los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

El agua es un bien necesario, un derecho humano vital, pero escaso. 4 de cada 10 personas vive en zonas donde no hay suficiente agua. Sin agua, no hay capacidad para producir alimentos, proteger los medios de subsistencia y crear economías sólidas. El mundo es consciente de ello, por eso han expresado firmemente que la agenda establecida por las Naciones Unidas, es universal y profundamente transformadora con 17 ODS, que en conjunto, construyen una visión del futuro que queremos, con sus 169 metas y 231 indicadores, a lograr al 2030

Las Naciones Unidas llevan mucho tiempo trabajando en el problema del agua en el mundo, desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua (1977).y existe en el tiempo una serie de acuerdos y reuniones que han supuesto mejorar en gran medida la crisis mundial del agua, hasta lograr proponerse el ODS 6 en el 2015: “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. Objetivo que debemos procurarlo porque nos permite la reducción de la pobreza y el aumento de la seguridad alimentaria.

Según UNICEF y la Organización Mundial de la Salud: 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento seguros. 340.000 niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas. Al menos 1.800 millones de personas en todo el mundo beben agua que no está protegida contra la contaminación de las heces. Ello obliga a medidas nuevas y urgentes para abordar el desafío hídrico mundial, lo afirma el Banco Mundial. En Perú, entre 7 y 8 millones de peruanos/as aún no tienen agua potable, siendo Lima la ciudad más vulnerable: es la segunda capital en el mundo asentada en un desierto y solo llueve 9 milímetros al año

Para lograr seguridad hídrica se necesita en primera instancia comprender cómo valoramos y cómo gestionamos este recurso vital y finito Las sequías, las inundaciones y otros peligros relacionados con el agua son cada vez más intensos, las aguas subterráneas están sobreexplotadas y contaminadas, y las ciudades y las explotaciones agrícolas se enfrentan a una grave escasez de agua. Por lo tanto, buena gestión e inversiones son necesarias. La buena gestión debe ser respaldada con inversiones adecuadas La buena gestión, se requiere para que el agua se administre con eficacia y se suministre de manera justa, y así se eviten disputas. Las reformas fiscales y de gobernanza bien diseñadas, junto con instituciones autónomas y responsables, son cruciales para mejorar la gestión de los recursos hídricos.

Los montos de la inversión que se necesitan, exige la participación del sector privado y mecanismos de financiamiento innovadores para complementar los limitados recursos públicos, transformando la eficiencia y la resiliencia en los sectores que dependen del agua, como la agricultura, la energía y la industria, y en el abastecimiento de agua en las zonas urbanas.

Enfocarnos en el consumo responsable, equitativo y sostenible, poner en práctica comportamientos proactivos y generar herramientas innovadoras para evitar la escasez del recurso hídrico debe ser una prioridad. Es importante cambiar paradigmas y concienciar a la sociedad sobre el cuidado y la importancia de los servicios de agua, saneamiento y residuos sólidos sostenibles e inclusivos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida para actuales y futuras generaciones. Superar los desafíos relacionados con el agua en el mundo requiere que los Gobiernos, las empresas y la sociedad civil innoven y solucionen conjuntamente los problemas.

El Grupo Banco Mundial se asocia con los sectores público y privado y la sociedad civil para mejorar la participación de las partes interesadas, proporcionar soluciones en el sector, y movilizar inversiones públicas y privadas en áreas que abarcan desde mejores servicios de abastecimiento de agua y saneamiento hasta la gestión integrada de los recursos hídricos, la inclusión social y la seguridad de las presas. Con inversiones en el sector del agua de casi USD 30 000 millones y cientos de expertos de todo el mundo, la Práctica Global de Agua del Banco Mundial se encuentra en una posición única para ayudar a los países a enfrentar la crisis del agua, generar conocimientos mundiales y ejecutar proyectos hídricos innovadores y basados en pruebas, al tiempo que amplía el impacto del financiamiento a través de la asistencia técnica sobre el terreno.

Este propósito de colaborar del Banco Mundial, debemos aprovecharlo. Tenemos 159 cuencas hidrográficas, 62 en la vertiente del Pacífico, 84 en la vertiente del Amazonas y 13 en la vertiente del lago Titicaca. Con enfoque y desarrollo territorial debemos aprovecharlas, sumándole los valiosos conocimientos ancestrales, que desde tiempo atrás, nuestros antepasados han sabido racionalizar el recurso, con la “siembra y cosecha de agua”. Por ello, la necesidad de aprovechar nuestras cuencas hidrográficas, con una buena gestión y atraer cuantiosas inversiones, para el desarrollo territorial de las mismas

Cabalmente, con un grupo de especialistas en manejo de cuencas tuve la oportunidad de visitar la cuenca alta del Rio Lurín. El recorrido fue La Molina,  Cocachacra, Santiago de Tuna, San Andrés de Tupicocha, San Damián, Antioquia, Cieneguilla, La Molina, para conocer los caminos del río Lurín desde su naciente, conocer a las comunidades ribereñas y sus saberes, así como sus desafíos en torno al agua. Además de conocer prácticas ancestrales para la regeneración de fuentes de agua. Sus abuelos hicieron la siembra del agua, que es levantar agua de la quebrada y tenderla en la tierra. Que filtre el agua. Y aparece más abajo. Todo lo hacen con piedras, reservorios de agua. Participan comuneros regantes. Aprovechan los 3 meses de lluvias, para hacer sus reservorios, con las amuna, que es un sistema precolombino de recolección de agua que se utiliza en las zonas montañosas del Perú. Funciona al ‘retrasar’ la escorrentía de la temporada de lluvias en las montañas para que pueda usarse en los asentamientos de tierras bajas durante la estación seca.

Son conscientes que cada vez hay menos agua. Que se desperdicia. Calculan que el 70% del agua pasa al mar, y sólo 30% se aprovecha. Postulan almacenar 20% más en la parte alta y media de la cuenca, mediante obras de infraestructura verde: forestación, reforestación, mejoramiento de cochas, incremento de bofedales, mejores pastos naturales. Mejorar las amunas, las zanjas de filtración. Proyectos ecosistémicos. Plantean soluciones. Hay que apoyarlos, su esfuerzo y lucha por sobrevivir, en condiciones tan adversas y tan postergadas, ameritan solidaridad y cooperación nacional e internacional. Nuestros compatriotas, fueron conquistados por los españoles, hecho evidente al observar sus nombres, sus santos, su iglesia y su plaza de toros en cada poblado, pero luego olvidados. También se observa el Qhapaq Ñan, el camino inca que interconectaba al Tahuantinsuyo. Y están “aquicito no más”, cerca de Lima capital, en la provincia de Huarochirí, Región Lima

La cuenca del Rio Lurín se extiende desde el borde del litoral hasta la zona de los nevados Otoshmicumán y Chanape en la provincia de Huarochirí; ocupa más de 1670 kms2. El principal colector es el rio Lurín con una longitud de 108.57 km, y comprende 10 distritos. El valle bajo del rio Lurín es considerado el ultimo pulmón verde de la ciudad de Lima y es además un importante surtidor de alimentos. Su función más importante es la recarga del acuífero, que es aprovechado mediante pozos para el consumo humano

En el territorio de la cuenca del rio Lurín se desarrollan actividades agrícolas, de transformación turismo rural y servicios que son la fuente principal de ingreso de las familias. En la cabecera de la cuenca destacan los cultivos de pan llevar y actividades pecuarias; en la parte media, los frutales, las actividades de transformación (vinagre de manzana, mermeladas, néctares), y el turismo rural. En la parte baja, las actividades principales son el comercio y los servicios, en menor medida la agricultura

Existen problemas ambientales que afectan a la Cuenca del Río Lurín que son causadas por factores naturales y antrópicos. Entre las causas antrópicas, cabe señalar principalmente las siguientes: Acumulación de desmonte en la parte baja de la cuenca. Contaminación por residuos sólidos al cauce principal del río. Invasión de la faja marginal por construcciones. Otros problemas; también existen problemas ambientales que afectan a la Cuenca del Río Lurín que tienen causas naturales como por ejemplo: Desbordes del río por avenidas. Huaycos y deslizamientos. Sequías.

Solución a la problemática ambiental: demarcación de los hitos de la faja marginal. Campañas de limpieza del margen del rio Lurín. Implementación de la defensa ribereña (Universidad Nacional del Callao)

Qué país de contrastes. Uno regresa a Lima capital y cree que está llegando a Nueva York. No puede haber tales brechas entre nosotros y entre nuestros territorios. No hay ni infraestructura, carreteras, conectividad. Arriba, llegas rápidamente hasta los 4000 msnm, los caminos son un peligro, lleno de precipicios, sin asfaltar, y hacia abajo es un martirio, la caravana de carros que salen de paseo los días festivos desde Antioquia hacia Cieneguilla y la entrada a La Molina. Una real pesadilla. Estamos muy atrasados. Con toda la riqueza y buena vida que se puede generar con un adecuado desarrollo territorial en toda la cuenca hidrográfica

Me imaginaba, que pasaría si hubiera un estado promotor del desarrollo territorial de cada cuenca, con el apoyo de la cooperación técnica y financiera internacional, el capital público y privado, la Academia y la sociedad civil organizada, toda la riqueza que pudiéramos crear. Los ODS debemos alcanzar ¿Qué esperamos?¿Por qué no hacemos el desarrollo territorial de una cuenca en cada una de las 4 macro regiones, como ejemplo de la riqueza que es posible construir en nuestro país, con el correcto manejo del recurso hídrico, para que se repliquen en las demás cuencas?

#JuandeDiosGuevara

1 comentario en ““Aquicito nomás…””

  1. Buenas tardes amigos, es urgente tocar este tema de recursos hidricos, la seguridad hídrica, en el marco del calentamiento global, urgente la siembra y cosecha de agua y la protección de las cabeceras de cuenca, esperamos que las autoridades y los futuros alcaldes y gobernador se comprometan, seriamente juntoicon la sociedad civil y las comunidades, saludos cordiales.

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