Cuando no se visualiza con claridad el futuro, uno se ve obligado a recordar a San Agustín: “Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que se cree”, para así volver a la lucha y seguir creyendo que si se puede progresar en el Perú.
Y seguro que se podrá hacer, pero gobernando, entendiendo el momento que vive el Perú entero, planteando soluciones factibles, con nuestros ajustados recursos, concertando, consensuando, ante una sociedad golpeada duramente por la pandemia y decepcionada de los malos resultados de gestiones anteriores que con la pandemia se han transparentado. Comprendiendo que cuando se logra el poder en unas elecciones democrática, pero ajustadamente, por unos escasos 44 mil votos, se debe tener la amplitud suficiente para buscar la unión, con el encuentro de denominadores comunes, mínimos comunes múltiples, para así facilitar la gobernabilidad desde el inicio del gobierno, logrando la confianza y el apoyo popular por los resultados que se vayan alcanzando, y así poder seguir avanzando establemente. Teniendo en cuenta, que con errores y aciertos, el Perú se ha venido haciendo por el mayor esfuerzo de nuestros antepasados, por lo que pretender sin un manifiesto apoyo popular, sin una mayoría en el Congreso, un cambio radical, es un poco osado, por decir lo menos
Pero por lo visto a la fecha, el nuevo gobierno, ha tomado otro camino, por lo que preocupa que a escasos días previos a la fecha de pedir el voto de confianza en el Congreso, un 79% de la población pide cambios en el gabinete, según la última encuesta nacional urbano-rural del IEP (Instituto de Estudios Peruanos), el 52% pide renovación parcial, y el 27% renovación total. Sólo el 18% apoya el gabinete. Ante lo cual, difícil predecir qué sucederá.
Será una oportunidad este jueves 26 de escuchar y conocer lo que propone realizar el nuevo gobierno. Hecho importante, por la opinión y apoyo popular que generará. Por lo que deberán obligatoriamente comunicar en forma clara y precisa, lo que quieren hacer y cómo hacerlo, concertar con los que están de acuerdo, convencer a los que están dudando, y negociar con los que no quieren ponerse de acuerdo, para lograr su voto de confianza, no sólo legalmente sino también para obtener el necesario respaldo popular, a nivel nacional
Esa comunicación, con el voto de confianza a obtener, deberá ser acompañada de un proceso de sensibilización, mediante una clara comunicación, para que los ciudadanos participen como actores del proceso de cambio, ejerciendo una auténtica democracia participativa. Es fundamental por tanto, un proceso de inducción al proceso de cambio. Un llamado de motivación, de convocatoria, para lograr la sinergia del colectivo, con la realización de un entrenamiento previo a los beneficiarios, para que puedan dar lo mejor de sí para que ayuden al cambio, para que estén más convencidos de que si lo podrán lograr, y que por ese convencimiento pondrán lo mejor de sí.
Ese proceso de inducción que considero de importancia realizar, consiste en un rápido entrenamiento que lo he ido elaborando en base a las experiencias realizadas, y el análisis al tiempo de lo vivido, logrando un entrenamiento que a todos les servirá, por lo que todos deben aprovechar de sus beneficios. Contiene temas de reflexión, de atención, y de necesidad de practicarlo para aspirar a un crecimiento personal, lo que permitirá, procurar mejores personas, para mejores resultados. Aprendiendo a desarrollar las habilidades de liderazgo, que todos poseemos y que podemos aumentar día a día en beneficio de nuestra vida personal y nuestra vida social. Es una simple cuestión de aprender cómo. Desarrollar rápidamente la cualidad de líder de los hombres y mujeres de éxito, para usarla como la herramienta profesional más eficaz para propiciar cambios que favorezcan sus propósitos de logro. Desarrollar sus habilidades de liderazgo, a crear un ambiente de trabajo más positivo y eficaz, a escuchar más efectivamente y a desarrollar a su equipo de trabajo, beneficiando así los resultados económico-sociales, del propósito a emprender
Conocer nuestro entorno nacional e internacional. Con visión global ubicarnos en el mundo identificando nuestras oportunidades y desafíos. Con visión a futuro, tomar conciencia de nuestra necesidad de cambio. Desarrollar las habilidades necesarias, incluidas las blandas, entendiendo que el desarrollo del conocimiento y uso de la tecnología para elevar el nivel de calidad de vida de la gente es incesante, sorprendente, y hay que aprender a desaprender y volver a aprender, en medio de una competencia global, en donde las economías y finanzas pasan de nacionales a internacionales y en donde el mejoramiento continuo de la calidad y la satisfacción del cliente por sobre todas las cosas, resultan vitales.
Ayudar a encontrar al líder que lleva dentro, entendiendo que no hay una manera de liderar, todos podemos ser líderes, depende de nosotros mismos. Es una posibilidad que hay que aprender, entrenando nuestras habilidades, cultivando nuestra autoestima, siendo nosotros mismos, potenciando nuestra creatividad, dibujando nuevos escenarios, para lograr ideales superiores, creando riqueza, valor. Para afrontar los cambios necesarios, nuestra sociedad necesita líderes. Aprender que una buena comunicación, no sólo es oral, escrita, gráfica, sino también gestual, corporal y necesariamente de calidad. Una comunicación transparente, permite una mayor fluidez y posibilita una mayor productividad. El saber expresar bien las sus ideas y saber escuchar las de los demás, permite una dinámica continua de crecimiento, en todo ámbito de acción, sea el trabajo, la familia, los amigos.
Es tarea de un líder, convocar, seducir a los demás, en un ambiente positivo para lograr el objetivo propuesto. Por eso reconozca, aliente, convenza, seduzca a su gente, para lograr que el sueño sea realidad. Trate a los demás como personas ganadoras, aprendiendo a desarrollar un auténtico interés por los demás, porque genera buenos dividendos, porque la gente es receptiva y empieza de inmediato a interesarse en uno y eso es bueno. Tomar conciencia de que al tener dos orejas y una boca, debemos aprender a escuchar y saber cuándo callar. Entender la enorme influencia, que se genera cuando uno escucha, para aprender y entender de los otros; y comprender, los problemas que se generan cuando uno oye, como sucede en la mayoría de los casos para responder y no para escuchar. Aprendamos a escuchar de verdad como nos gustaría nos escuchen atentamente.
La competitividad de hoy exige trabajos multidisciplinarios y productos transdisciplinarios. El llanero solitario ya murió, más aún en la nueva economía. Donde la tendencia es a desverticalizar las jerarquías, para ser más horizontales y actuar en red. Generando así, la sinergia del trabajo en equipo. Para optimizar esa sinergia, hay que aprender a delegar, facultar (empowerment) y a entrenar al equipo (coaching). A comprender que el mundo es de todos y que la libertad de uno acaba donde empieza la del otro y que cada uno tiene su propio mundo y que hay que saber respetarlo y valorarlo sinceramente.
Evitar las comparaciones y no sentirse superior ni inferior a nadie. Respete a todos por igual. Los seres humanos en la vida no sólo buscan poder, dinero, fama, sino simplemente ser tratados como personas y ello conlleva reconocimiento, elogio, premios. Un gran abrazo al ego es fundamental, es motivador, es grato. Da fuerzas, para seguir en la lucha. Renueva, por lo que hay que practicarlo. Es bueno tomar en cuenta que ni el éxito, ni el fracaso es el final. Más importante que no haber acertado, es no haber emprendido. Los errores suceden cuando se intentan, sino simplemente no se producen. Por eso cuando se generan, hay que aprender de ellos e intentar evitar que se repitan, poniendo los correctivos adecuados y no olvidando jamás que son humanos los que lo cometen y como humanos hay que tratarlos para corregirlos.
Tener un norte, una visión de un escenario nuevo y deseado, una meta a lograr, es el camino del éxito. Sabiendo adónde vamos y que queremos podremos lograr un sentido de vida de interés personal y de posible trascendencia, si logramos nuestro objetivo Cuando uno quiere ganar, lograr sus metas, debe estar mentalmente convencido de que contra viento y marea lo va a hacer factible y, para ello el esfuerzo constante, el sacrificio, la claridad de objetivos y las ganas de ganar, lo pueden hacer realidad. Saber matizar el trabajo, con el descanso útil, compartiendo con la familia, amigos, enriqueciéndose culturalmente, es bueno. Genera equilibrio asumir la vida con madurez y responsabilidad, trabajando, descansando, pensando, reflexionando, encontrando la paz interior, tan necesaria para el crecimiento personal y compartiendo con el equipo, los éxitos que se vayan generando. Hay que ser positivo y entender que la vida es como es y no como te gustaría que sea, y para que lo sea tienes que tener una actitud mental positiva. Uno es lo que piensa que es. El que quiere ganar, gana.
Se tienen que sembrar principios para los líderes. Todos podemos ser líderes, por lo que este entrenamiento hay que desarrollarlo a nivel nacional, para orientar a las personas a que hagan suyos los conceptos que le permitan mejorar su desempeño en el ejercicio de su misión, dirigiendo a un grupo de colaboradores a cumplir objetivos logrando metas individuales como colectivas con una visión de futuro común. Con una buena comunicación, se incrementa la productividad. Ojalá que este nuevo gobierno haga el esfuerzo de procurar el cambio, comunicando, capacitando, motivando, convocando. El cambio sólo será posible con el pequeño esfuerzo de todos, y no con el gran esfuerzo de pocos.
#JuandeDiosGuevara
1 comentario en “La buena comunicación es vital”
Que importante es la comunicación. Más aún cuando no existe la experiencia en un cargo tan importante como ser el presidente de una nación. El feedback alimenta y enrumba hacia el logro de objetivos comunes. Saber escuchar, más aún cuando la diferencia que lo hizo llegar ha sido tan poca, para lograr consensos y puentes que faciliten la gobernabilidad.
El gobierno aún está a tiempo de corregir su impulso inicial.
Excelente tema.