Los últimos resultados de las elecciones de este domingo pasado, nos confirman que vivimos en un país fragmentado, por lo que para proponerse un plan a futuro, debemos ser conscientes de ello, y asumir el gran desafío que ello significa, para poder articular el país, física, económica, social, política y culturalmente
En la parte física, debemos unir el país, con ejes norte-sur, que unan la costa, sierra y selva, cruzados transversalmente oeste-este, por el norte, centro y sur de nuestro inmenso territorio. De esta forma, consolidaremos nuestra posición central en Sudamérica, al ser vecinos con 5 países, en el centro del Pacífico sur, con un puerto en desarrollo en Chancay, que nos posicionará como hub central en los negocios de ida y vuelta, en la cuenca del Pacífico, lugar dónde se desarrolla más de la mitad del comercio mundial
En la parte económica, debemos formalizar nuestra economía. La informalidad supera el 70% de la misma. El empleo no es estable y poca gente tiene trabajo con beneficios sociales y un sueldo que permita vivir sin turbulencias. La industria no es la más avanzada, y hay que desconcentrarla de Lima, en dónde se encuentra posicionada. En la agricultura, existen dos agriculturas claramente diferenciadas, una de agroexportación, que se desarrolla con modernidad tecnológica en poco más de 200 mil hectáreas. Y otra agricultura y ganadería rural en su gran mayoría, que ocupa millones de hectáreas con muy baja productividad y bastante desatendida
En la parte social, es prioritario brindar por parte del Estado: seguridad, salud y educación. Tremendos pasivos a superar. La falta de empleo formal, genera la pobreza y delincuencia, que estamos viviendo. Nuestra inseguridad, ha llegado al extremo de que nuestra defensa nacional, ha sido hackeada, revelando la impericia de los encargados de manejarla. Nuestro sistema de salud, durante la pandemia, desnudó sus grandes falencias. En educación, a nivel nacional, se aprecia, una mala calidad de la enseñanza. Con todo ello, se va ensanchando aún más, nuestras diferencias y desigualdades, sociales y territoriales
En la parte política, necesitamos el despertar de la ciudadanía organizada, para construir una democracia más participativa, que representativa, cómo a la fecha lo viene siendo, con el resultado de que cada vez más gente no confíe en los políticos, tal como claramente se observó en el resultado de la última encuesta del IEP (Instituto de Estudios Peruanos), ante la pregunta, ¿qué líder político siente que lo representa mejor? , la mitad, el 50% respondió que Nadie. El 18%, no sabe, no opina. O sea dos terceras partes de la población, no se siente liderada. En prospectiva, esta es una de las grandes mega tendencias globales, que a nivel mundial se tornan como necesidades de urgente implementación y ejercicio, para el desarrollo de los territorios, porque con la participación ciudadana se pueden lograr consensos, y por lo tanto complicidad de los colectivos que ahí habitan, para los objetivos de desarrollo social económico que se pretendan y se necesiten aspirar conjuntamente. Evitando así, una masiva presencia de conflictos sociales, los cuales, denotan la ausencia del debido ejercicio democrático participativo, revelando claramente, en su esencia, la falta de partidos políticos organizados, que pudieran y deberían canalizar democráticamente las reivindicaciones de la población, de los colectivos, en forma civilizada, organizada, dentro de un Estado de Derecho, para evitar el estar viviendo protestas totalmente ajenas a la civilización moderna, violentas, y atentatorias contra la libertad, como el bloqueo de las carreteras, el cierre de negocios por masas enardecidas fuera de control, que azuzadas por la violencia, -por los tantos “supuestos representantes del pueblo”-, y frustración de aspiraciones postergadas en el tiempo, y no canalizadas correctamente en el ejercicio democrático, al que pudieran aspirar participativamente, si organizadamente lo hicieran civilizadamente.
En la parte cultural, también tenemos un doble país, una parte que se considera moderna, por su acceso a las tecnologías de la información y comunicación, y que vive este mundo global, cada vez más cosmopolita y occidental, y otro que no accede a ser parte de esta integración de comunicaciones globales, manteniendo sus costumbres y tradiciones, en forma paralela, a la marcha de este proceso aglutinador que resultan las comunicaciones globales, acentuando aún más nuestro problema de identidad nacional
¿Qué hacer?, ¿cómo superar este país tan fragmentado? Nuestro gran reto, es cómo trabajar a la vez ese mercado nacional y ese mercado exterior que ya está yuxtapuesto en la realidad concreta. En un mundo dónde un satélite puede ver la hora desde el espacio, de un peatón por el Jirón de la Unión a cualquier hora del día. Y dónde haces click a tu televisor y estás viendo el noticiero de la televisión china, cómo en tu móvil estás viendo el partido de fútbol, dónde juega un crack en Europa, que te gusta seguirlo, y a la vez estás interactuando por diversas plataformas, a la cual estás ligado en redes mundiales. Eso es el mundo de hoy, estamos viviendo en una aldea global, en dónde un virus hace víctimas a miles de kilómetros, y este se extiende por todo el planeta. Pero hemos avanzado tanto, que con esta interconexión global, hemos podido derrotar al virus, en mucho menor tiempo, que las pandemias anteriores, y que han sido varias, con millones de millones de muertos, y consecuencias fatales a generaciones que han pasado por la historia de la humanidad
No dejamos de progresar gracias al conocimiento. Pero es verdad, muy cruda, muy fuerte, la expresión de Einstein: “Todo aquello que el hombre ignora, no existe para él, por eso el universo de cada uno se resume al tamaño de su saber”. Y cómo el tamaño del saber de la gran mayoría de nuestra población, es pequeño, el reto del cambio por el camino del progreso y desarrollo, es más grande de lo imaginado. Pero cómo lo queremos lograr, esforcémonos por comunicar de la mejor manera, el por qué debemos superar nuestra desintegración física, económica, social, política y cultural, y las medidas y planes para superar estas diferencias
Se entiende evidentemente que los políticos deberían priorizar estos temas en agenda. Por qué si seguimos profundizando esta fragmentación nacional, un panorama muy sombrío se ve en perspectiva
#JuandeDiosGuevara
3 comentarios en “La necesidad de integrarnos”
Te felicito Juan de Dios !!! Un excelente enfoque para el diagnostico y derivada prognosis, si dejamos que las fuerzas oscuras que mueven el poder politico sigan viendo al ESTADO como un botin desde la época virreynal ¡¡ Por ello tenemos que volcar nuestros mejores esfuerzos y talentos en construir una verdadera democracia con «enfoque territorial»: DE ABAJO HACIA ARRIBA y de ADENTRO HACIA FUERA de manera INTEGRAL con espacios sumamente articulados con el sentido de pertenencia (Propuesta de Andres Alencastre) entendida y hecho suya por el equipo que lo acompañamos !!!
Es necesario integrar los pueblos mediante un moderno tren DESDE LA PAZ HASTA QUITO
Atentamente Javier Albañil Ordinola
Es cierto necesitamos integrarnos, hacer causa común el común de nuestros problemas y considerar que la ciudadanía es una categoría eminentemente política por la cual el ciudadano tiene el DERECHO de participar en los asuntos públicos,es decir , de las decisiones que tome la autoridad elegida.