Perú Emprendedor

La pérdida de más de 2 millones de empleos (2´231,000 empleos perdidos en el 2020) por  la catástrofe del COVID-19 nos debe obligar a encontrar soluciones, ya que esto repercute negativamente en la sociedad, ya que la falta de empleo, genera delincuencia y pobreza, como malestar y desesperación en tantas familias peruanas Por ello, hay que procurar acelerar el proceso de vacunación y promover la creación y desarrollo de empresas

“Actualmente hay 2,600 millones de trabajadores en los cinco continentes, y en el año 2025 habrán 3,600 millones (según la proyección más moderada). De los 1,000 millones de aumento previsto para los próximos 25 años, solo 60 millones de nuevos trabajadores se añadirán en los países desarrollados, y 940 millones aumentarán en nuestros países subdesarrollados.” J. Witch, Pequeña empresa en América Latina- 2000

Por tal motivo, creo es necesario hacer un Programa del Gobierno, denominado Perú Emprendedor, como factor dinámico al desarrollo de nuestra economía y con visión estratégica para nuestra inserción competitiva a la globalización, con el objetivo de elevar la calidad de vida de nuestra población, fortaleciendo las micro, pequeñas y medianas empresas, así como emprendedores del sector informal, a través de la promoción empresarial, capacitación gerencial, cultura crediticia y asesoría técnica a este segmento empresarial. El Programa debe posibilitar también la renegociación de deudas con la SUNAT y otras que le impidan su formalización integral

Las micro, pequeñas y medianas empresas son la mejor respuesta a la necesidad de generar trabajo y renta que el Perú precisa. Este Programa debe tener el objetivo de contribuir a la generación de renta, mantenimiento y creación de puestos de trabajo crear empleo, reactivar la economía

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) informó que durante el 2020 la informalidad laboral alcanzó al 75% de la Población Económicamente Activa Ocupada (PEAO); es decir, unos 11.2 millones de peruanos, de los cuales, en el sector formal existen cerca de 1 millón 800 mil trabajadores sin beneficios laborales, mientras en el segmento informal la cifra asciende a 9 millones 400 mil, de los cuales el 99% laboran en empresas o negocios de hasta 20 trabajadores Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL, un 46% son trabajadores independientes, 32% son asalariados (empleados u obreros), 18% son familiares no remunerados, 2% empleadores y trabajadores del hogar. A los 2´231,000 empleos que se perdieron en el 2020, el empleo a nivel nacional disminuyó en 284,200 personas en el primer trimestre del 2021

El IEDEP comentó que antes de la pandemia, el empleo informal fue producto de una baja productividad de los trabajadores; por ello con la llegada del coronavirus y la aplicación de restricciones laborales, muchas empresas dejaron de operar despidiendo a miles de trabajadores, de los cuales un buen porcentaje pasó de lo formal a lo informal creando sus propios negocios. La remuneración mínima sería una de las razones que generaría la mayor informalidad.

El INEI informó que, la población ocupada del país totalizó 16 millones 264,300 personas, en el primer trimestre del 2021. El ingreso promedio de las mujeres fue de alrededor de S/ 1.112, mientras que el de los varones fue de S/ 1.427, lo cual refleja que existe una brecha de género salarial de S/ 315,5. Antes de la pandemia ya existía una situación complicada para las mujeres: en el sector urbano con empleos informales y en el rural con trabajo poco o no remunerado. Afirma el BID que el Perú  se ubicaba en el segundo lugar de la región con una tasa del 67% en participación laboral femenina poco antes de la crisis sanitaria; sin embargo, los trabajos en los que se desenvolvían ya estaban precarizados y no bien remunerados: el 57,3% de mujeres empleadas operaba en condiciones vulnerables contra un 44,6% de los varones. Esta brecha existe cuando hombres y mujeres reciben diferentes montos de dinero por realizar trabajo de un valor igual o comparable. La brecha salarial de género aproximada va del 17 al 22 por ciento y significa que las mujeres trabajadoras ganan menos por hora que sus contrapartes masculinas. La brecha salarial de género es, a la vez, causa y consecuencia de la inequidad de género.

Según indica el INEI más del 99% de las empresas del Perú son pequeñas y medianas, y según el segmento empresarial, el 96,2% de las empresas son microempresas, el 3,2% pequeñas empresas, el 0,2% medianas empresas y el 0,4% grandes empresas.

Se estima existan unas 3 millones de empresas, de las cuales como un millón son de Lima, lo que representa el 46,6 % del total. Le siguen en importancia, las regiones de Arequipa, La Libertad y Piura con 5,6%, 5,1% y 4,2%, respectivamente. En las regiones de Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Junín y Tumbes las ventas en conjunto de micro y pequeñas empresas han sido superiores a las registradas por las grandes empresas. Además, en las regiones andinas de Huancavelica y Apurímac, las más pobres del país, no existen unidades económicas con características de mediana empresa. Todas estas cifras, revelan la gran concentración en Lima. Se necesita descentralizar el desarrollo empresarial, ya que el Perú tiene muchas riquezas por desarrollar en todo el país

De las más de 2 millones de unidades productivas, solo 10,000 empresas han exportado una vez, siendo unas 5 mil las que hoy exportan, y de ellas, solo 100 empresas representan más del 80% de nuestras exportaciones. Las MYPES solo representan el 3% de las exportaciones, aun cuando un 65% de las empresas exportadoras son MYPES

El Consejo Nacional de Competitividad (CNC), muestra igualmente su gran preocupación para promover la competitividad empresarial y poder hacer frente a los desafíos del siglo XXI, como a los compromisos asumidos por el Perú, con Tratados de Libre Comercio con más de la mitad de la población mundial. “Para ser competitivos se requiere mayor diferenciación, diversificación y conocimiento. Ello implica incorporar renovados modelos de gestión para los sistemas de ciencia, tecnología, innovación y calidad; una estrategia articulada de internacionalización; y una educación que acompañe a esta transformación productiva. El enorme consenso sobre la necesidad de estas reformas y sobre lo que al Estado, a las empresas, y a la academia les toca realizar, nos permite afirmar que este camino es irreversible.”

La pequeña empresa es conducida por un 43% de personas con estudios superiores completos. El 44% de este sector -que tiene ventas anuales entre S/.500 mil y S/.3 millones- se dedica al comercio y en un 70% es liderado por varones. Sin embargo, quienes tienden a endeudarse más son las mujeres (61%) y las empresas del nivel socioeconómico C (78%). Como la tercera parte de los nuevos emprendimientos son creados por mujeres. De ese total, el 57% de estos negocios femeninos estaban concentrados en Lima, seguidos por Arequipa y La Libertad, con un 6% y 7%, respectivamente.

Si Perú desea fomentar una gran industria productiva y exportadora, tiene que apostar por emprendedores inteligentes, qué quieran competir en los mercados externos. Con más y mejores empresas. Para eso se tiene que fortalecer un entorno y una cultura que promueva el emprendimiento, la innovación y la competitividad. Ese es el camino a seguir

La mayoría de las MYPES informales no generan empleo de calidad. Su precariedad es evidente, con respecto a las formales Generan como el 47% del PBI, a pesar de su baja competitividad y falta de acceso al financiamiento por desconocimiento e informalidad. 43% de los empleadores peruanos dice que no pueden encontrar las personas con las habilidades que necesita (Ojo: 4 de cada 10 empleadores peruanos encuentran dificultades al buscar colaboradores con las habilidades que requieren). Alta mortalidad de las empresas. Antes de la pandemia, casi el 80% de las nuevas empresas, al año de funcionamiento cerraban

Es necesario dinamizar la economía, por lo que considero vital, hacer una Revolución Cultural Empresarial, que: 1. Promueva la creación de valor, “la empresa es una posibilidad para todos”, por el alto poder de emprendimiento que tienen los peruanos, reconocido en los ránquines internacionales. 2. Capacitándolos, para que desarrollen habilidades duras y habilidades blandas, para poder hacer empresas rentables y sostenibles, en el mundo actual, con planes de negocios factibles y reales. 3. Que se enseñe, para que los empresarios conozcan el sistema crediticio existente en el país, y el menú de opciones que ofrece el sistema y que a su vez se den cuenta, que haciendo finanzas para el desarrollo, muchos productos financieros se pueden desarrollar competitivamente, para hacer factibles los emprendimientos. 4. Brindando Asistencia Técnica a los empresarios, mediante la creación de Centros de Desarrollo Empresarial con Responsabilidad Social y Conciencia Ambiental, en todas las regiones del país

Un somero análisis a los Datos del mercado empresarial peruano, que hemos señalado, revela que nuestros empresarios formales e informales, en su gran mayoría, no cuentan con una promoción continua de sus actividades, no están capacitados, no disponen del financiamiento adecuado, ni cuentan con la asistencia técnica debida. Promover alianzas universidad-empresa, será necesario desarrollar

La idea debe ser desarrollar viveros empresariales por todo el país, para generar empleo, prosperidad y muchos peruanos dedicados a convertir sus sueños en realidades, esforzándose cada día para lograrlo, para lo cual se les brindará apoyo, para que las enormes oportunidades que existen en el Perú, se conviertan en realidades.

 

#JuandeDiosGuevara

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